Actualizado 05/08/2009 19:57

Mapa del Gobierno afgano muestra grave situación de la seguridad

Por Paul Tait

KABUL (Reuters/EP) - Casi la mitad de Afganistán tiene un alto riesgo de sufrir ataques de los talibanes y otros insurgentes o está bajo "control enemigo", según muestra un mapa secreto del Gobierno afgano que plantea un grave escenario antes de las elecciones presidenciales.

El mapa de evaluación del nivel de amenaza, del cual Reuters obtuvo una copia, muestra que 133 de los 356 distritos de Afganistán son considerados áreas de alto riesgo, con al menos 13 bajo "control enemigo".

El documento, que tiene los logos del Ministerio del Interior, el Ejército y el Departamento de Seguridad de Naciones Unidas, fue realizado en abril del 2009, antes de una dramática escalada de la violencia de cara a las elecciones del 20 de agosto.

El ministerio no estuvo inmediatamente disponible para hacer declaraciones.

El mapa muestra que casi todo el sur del país está bajo un riesgo extremo de ataque, un vasto terreno pantanoso que se extiende desde Farah en el oeste y abarca la provincia de Helmand en el sur y el este y llega hasta las provincias de Paktia y Nangarhar, cerca de la frontera con Pakistán.

Los talibanes prometieron que interrumpirán los comicios e instaron a los afganos a boicotearlos. Sus bastiones tradicionales están en el sur y el este del país, pero su influencia se ha propagado hacia el oeste y el norte, incluso hasta las afueras de Kabul.

El mapa tiene tres áreas en riesgo al lado de la capital.

En un dramático ataque que demostró su nuevo alcance, insurgentes islamistas dispararon hasta nueve cohetes en la capital el martes, en el primer asalto de ese estilo en varios años.

Este año, los ataques ya han alcanzado su peor nivel desde que los talibanes fueron derrocados por las fuerzas afganas y estadounidenses en el 2001 y se agravaron aún más después de que miles de marines del país norteamericano lanzaron una nueva ofensiva en Helmand el mes pasado.

Esta operación, y otra similar de las fuerzas británicas en la misma provincia, fueron las primeras bajo la nueva estrategia regional del presidente estadounidense Barack Obama para derrotar a los talibanes y a sus aliados islamistas y estabilizar Afganistán.

La escalada de la violencia amenaza con eclipsar los comicios, que son considerados una prueba crucial para esta nueva estrategia y para evaluar la capacidad de Kabul de llevar a cabo un proceso electoral creíble y legítimo.

"Las Fuerzas de Seguridad Nacionales de Afganistán y la Fuerza Internacional de Asistencia en Seguridad están listas para garantizar las próximas elecciones y esperamos que no ocurra ningún incidente de seguridad durante los comicios", dijo el portavoz del Ministerio de Defensa general Zaher Azimy.