Publicado 14/09/2019 04:42

Más de 16.000 personas reciben asistencia alimentaria en menos de 24 horas en Bangladesh por las lluvias monzónicas

Bangladesh.- Más de 16.000 personas reciben asistencia alimentaria en Bangladesh
Bangladesh.- Más de 16.000 personas reciben asistencia alimentaria en Bangladesh - UNICEF/UN0216986/ROGER LEMOYNE - Archivo

MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

Al menos 16.000 personas han recibido asistencia alimentaria en el sur de Bangladesh en menos de 24 horas por las lluvias monzónicas que han inundado los campamentos de refugiados provocando "estragos", según ha informado el Programa Mundial de Alimentos (PMA) el viernes, tras poner en marcha una campaña de emergencia para las familias de rohingya desplazadas.

El portavoz del PMA, Hervé Verhoosel, ha anunciado que 16.000 personas habían recibido asistencia alimentaria en tan sólo 24 horas, más que todas las que recibieron ayuda desde que comenzó la temporada monzónica en junio.

Ante esta situación, Verhoosel ha insistido en que las inundaciones han sido "mucho más intensas" de lo habitual, y ha explicado que la zona de Teknaf ha sido la más afectada, por la intensidad de las precipitaciones que han alcanzado niveles récord.

En los campamentos que albergan a casi un millón de refugiados rohingyas en Bangladesh y que han sufrido estos últimos días una cadena de tormentas que han forzado el desplazamiento de más de 14.800 personas de unos 4.500 hogares, muchas familias "lo han perdido todo", según ha relatado Verhoosel.

Las comunidades de acogida también se han visto gravemente afectadas, ya que más de 800 personas desplazadas temporalmente por las inundaciones han recibido también asistencia alimentaria.

"Todo lo que había en la casa fue básicamente arrastrado por el agua; lo que usaban como cama o lo que usaban para cocinar. Todo estaba básicamente perdido", ha lamentado Verhoosel.

"No tienen nada para cocinar, no tienen nada para dormir, la mayoría de la ropa se ha perdido. Las pequeñas cosas que han reconstruido desde que llegaron al campamento han desaparecido en una noche de lluvia", ha lamentado.

"La situación podría deteriorarse si no conseguimos más financiación", ha agregado. En este sentido, el portavoz del PMA ha indicado que cuesta 16 millones de dólares al mes alimentar a casi 900.000 refugiados en Cox's Bazar.

No obstante, ha señalado que, por el momento, la agencia tiene suministros en lugares estratégicos alrededor de los campamentos que pueden ser distribuidos rápidamente. Sin embargo, sin el apoyo constante de la comunidad internacional, la situación podría deteriorarse rápidamente.

Uno de los problemas a los que se enfrenta Bangladesh es que es un país propenso a las inundaciones durante la temporada de los monzones que suele durar hasta octubre. En los últimos años, el país también ha sufrido más monzones como resultado del cambio climático, que el PMA ha tratado de contrarrestar con la plantación de 100.000 árboles en los campamentos para mitigar los deslizamientos de tierra y las inundaciones.

Además, durante el último año se han puesto en marcha varios proyectos de ingeniería y de reducción del riesgo de desastres que han permitido que los campamentos sean "más seguros que antes".

Por otra parte, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha insistido en que no se debe impedir a quienes buscan refugio ponerse en contacto con sus familiares o amigos. "El Gobierno de Bangladesh tiene la responsabilidad general de garantizar la seguridad y la protección de los rohingya que están refugiados en Cox's Bazar", ha aseverado Andrej Mahecic, portavoz de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

"Dada la naturaleza humanitaria de los asentamientos de refugiados rohingya, recomendamos adoptar medidas de seguridad que no afecten a la capacidad de los refugiados para acceder a los servicios y derechos básicos y vivir con seguridad", ha añadido.

El 'número dos' de la oficina de la OIM en Bangladesh, Manuel Pereira, advirtió en un comunicado de que "la lluvia y el viento están poniendo vidas en peligro y ha endurecido las condiciones" en una zona donde se acumulan más de 900.000 refugiados, de los cuales más de 700.000 llegaron tras la ola represiva lanzada por las fuerzas birmanas en el estado de Rajine en agosto de 2017.