Actualizado 08/06/2009 22:38

Mayor déficit provincias argentinas presiona a Gobierno

Por Hilary Burke

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El déficit fiscal de las provincias argentinas se profundizará este año en momentos en que la recaudación de impuestos se desacelera y la presión salarial y electoral impulsan el gasto, golpeando las ajustadas finanzas del país sudamericano.

La tercera economía de Latinoamérica se está desacelerando rápidamente luego de un auge de seis años, afectada por la recesión global, un conflicto entre el Gobierno y el sector agropecuario y la incertidumbre sobre las elecciones legislativas del 28 de junio.

Los analistas dicen que el Gobierno nacional podría reducir el gasto luego de los comicios, pero las 24 provincias tienen menos margen para hacer ajustes debido a que su dinero se destina mayormente a pagar los salarios públicos.

"La preocupación está en la posibilidad fáctica del Gobierno nacional de salir a rescatar a las provincias. En la medida en que el Gobierno nacional mantenga su solvencia fiscal, esta posibilidad esta latente", dijo Rogelio Frigerio, director de la consultora Economía y Regiones.

"En la medida que el Gobierno nacional vea debilitado su frente fiscal, esta posibilidad se hace cada vez más débil también", agregó.

Frigerio, quien dirigió el área de provincias del Ministerio de Economía durante la década de 1990, estima que el déficit para este año podría ser de entre 8.000 y 12.000 millones de pesos (2.100 y 3.200 millones de dólares), por encima de los 4.000 millones de pesos de 2008.

El número dependerá de los acuerdos salariales con los trabajadores públicos, quienes siguen de cerca las negociaciones a nivel nacional.

El mes pasado, la presidenta Cristina Fernández concedió a los empleados estatales un aumento del 15,5 por ciento, reflejando la alta inflación.

El Instituto Argentino para el Desarrollo de las Economías Regionales (Iader) estima un déficit fiscal anual de más de 11.000 millones de pesos para las provincias.

"El agravamiento del déficit provincial obliga entonces a la Nación a mantener cierto nivel de superávit primario para evitar un colapso de las cuentas provinciales", dijeron economistas de la consultora Ecolatina en un informe.

Ecolatina estima que las provincias registrarán un déficit primario combinado del 0,6 por ciento del producto bruto y un déficit fiscal general del 0,8 por ciento del PIB. El resultado primario mide las finanzas antes del pago de deuda.

La consultora proyecta además un superávit primario del país del 1,8 por ciento del PIB, por debajo de la meta presupuestaria del 3,27 por ciento, en momentos en que el Gobierno gasta en planes de estímulo en su lucha contra la recesión.

PRESTAMISTA DE ULTIMA INSTANCIA

Las obligaciones de deuda de Argentina no son tan significativas para una economía de su tamaño, pero el país ha tenido un acceso limitado a los mercados financieros desde la cesación de pagos del 2002, situación que empeoró con la crisis de crédito global.

El tesoro nacional ha venido dependiendo de los préstamos provenientes de la agencia estatal de pensiones, desde que el Gobierno estatizó el sistema a fines del año pasado.

Las provincias deben cerca del 80 por ciento de su deuda al Gobierno nacional, que es su prestamista de última instancia, y muchas ya pidieron asistencia a la administración de Fernández para prorrogar vencimientos de este año.

"Necesariamente el Gobierno va a tener que tomar alguna medida de abrir los canales de financiamiento internacional para también darle un respiro a las provincias", dijo el economista Dante Sica, director de la consultora abeceb.com.

COMPROMETIDOS

Varios analistas aseguran que el déficit fiscal del 2009 de la mayor provincia del país, Buenos Aires, podría llegar hasta los 7.000 millones de pesos.

Pero el ministro de Economía de la provincia, Alejandro Arlía, dijo que esas proyecciones están basadas en estimaciones pesimistas tanto de ingresos fiscales como de los aumentos previstos para los empleados públicos.

Arlía dijo que la proyección del presupuesto provincial de un déficit de unos 2.900 millones de pesos es aún válida ya que los ingresos fiscales crecieron un 25 por ciento interanual entre enero y mayo y el Gobierno nacional comenzó a compartir parte de sus impuestos a la soja con la provincia.

La provincia solventará parte su déficit mediante la emisión de letras por hasta 1.600 millones de pesos con el ente estatal de pensiones provincial. Y sus proveedores acordaron cobrar en bonos, en un signo de la estrechez fiscal del distrito.

La provincia de Buenos Aires, hogar de casi 40 por ciento de los argentinos, otorgó a los empleados públicos, incluidos los docentes, un aumento del 8,9 por ciento en marzo. Pero Arlía reconoció que los sindicatos volverán a reclamar subidas salariales.

En la ciudad de Buenos Aires, un distrito separado de la provincia homónima, los funcionarios mantienen la proyección de un superávit primario de 2.400 millones de pesos y un déficit fiscal de 527 millones de pesos.

Sin embargo, el Iader dijo que el déficit de la ciudad de Buenos Aires podría trepar hasta 1.300 millones de pesos.

"Estamos analizando algunas medidas de restricción del gasto a efectos de disminuir los efectos del estancamiento de la recaudación", dijo a Reuters una fuente del Ministerio de Hacienda municipal.

Arlía y Sica desestimaron la posibilidad de un retorno a la emisión de monedas provinciales, conocidas como cuasi-monedas, para pagar salarios, una medida extrema que tomaron varios distritos durante la depresión económica del 2001-2002.

(1 dólar= 3,8075 pesos)