Actualizado 05/06/2009 23:13

Al menos 31 muertos en protesta de indígenas en Perú

Por Marco Aquino y Terry Wade

LIMA (Reuters/EP) - Al menos 31 muertos y 50 heridos entre indígenas y policías se registraron el viernes durante duros enfrentamientos en el norte de Perú, en medio de una protesta de nativos amazónicos que reclaman la derogatoria de algunas leyes que afirman vulneran sus territorios.

Miles de nativos iniciaron su protesta en abril para exigir la eliminación de leyes aprobadas por el Gobierno del presidente Alan García que buscan mayor inversión privada en zonas ricas en recursos naturales, como petróleo y gas.

"Yo quiero responsabilizar al Gobierno del presidente Alan García por ordenar el genocidio. Ellos nos están tirando balas como animales", dijo el líder de los nativos de la zona, Alberto Pizango, en una conferencia con la prensa extranjera.

Pizango dijo que según informaciones recibidas desde la zona de conflicto hay 22 nativos muertos tras los choques con la policía que realizó disparos desde un helicóptero.

La ministra de Interior, Mercedes Cabanillas, dijo por su parte a periodistas que los policías muertos suman nueve.

Las protestas han obligado a la empresa estatal Petroperú a cerrar temporalmente el único oleoducto que transporta crudo de la selva norte hasta la costa del Pacífico. Asimismo, la argentina Pluspetrol paró su producción en el norte del país debido a la falta de capacidad de almacenamiento.

El presidente García lamentó las muertes y acusó a los dirigentes de los nativos de provocar a la policía al momento de despejar las carreteras bloqueadas, en una protesta que según dijo tiene el apoyo de políticos opositores.

"Pizango ha caído así en un nivel delincuencial. Asaltar una comisaría, arrebatar armas a los policías, victimar policías que mueren en el cumplimiento de su deber", afirmó el mandatario García, cuya popularidad cayó en mayo por segundo mes consecutivo a 30 por ciento.

CRISIS POLITICA

Los nativos dicen que la protesta es por la intransigencia del Gobierno y el Congreso que no quieren derogar las leyes que afirman afectan la propiedad de sus tierras.

El Congreso, con mayoría oficialista, suspendió el jueves la discusión para derogar "La Ley Forestal y Fauna Silvestre", que según el Gobierno regula la inversión privada en el sector, pero los nativos dicen que permite depredar los bosques.

Analistas afirman que el conflicto podría provocar la renuncia del primer ministro Yehude Simon, con lo cual se generaría una crisis en el gabinete de García.

"Probablemente lleve a Simon a renunciar porque su política de diálogo ha fracasado indudablemente", dijo a Reuters el sociólogo de la Universidad Católica, Sinesio López.

El director de la policía nacional, José Sánchez Farfán, informó que los policías chocaron con los nativos en la zona "Curva del Diablo" cuando intentaban desbloquear una carretera de la localidad de Bagua Grande, en la región de Amazonas.

El oficial dijo que fueron atacados con armas de fuego.

Sánchez Farfán informó que 639 policías iniciaron una operación para recuperar el orden en Bagua y reestablecer el paso de vehículos varados desde hace más de una semana.

Según reportes de radio y televisión, habría al menos 2.000 indígenas en protesta en Bagua, a unos 1.400 kilómetros al norte de Lima, muchos de ellos portando fechas y lanzas.

El líder opositor, el nacionalista Ollanta Humala, rechazó las acciones del Gobierno en la localidad de Bagua.

"El Gobierno ha decidido resolver el problema social, económico y político, no en el Congreso, sino en el campo de batalla", dijo Humala en una conferencia de prensa.

La Defensoría del Pueblo, la Iglesia Católica y organismos de derechos humanos exigieron al Gobierno, en comunicados seperados, detener los enfrentamientos en Bagua.

Según la policía, en Bagua continuaban los enfrentamientos, lo que ha obligado el cierre de todos los negocios en la zona, que vive principalmente de la agricultura y el comercio.

Perú, cuya economía se basa en la exportación de materias primas, está siendo golpeado por la crisis mundial y prevé una desaceleración de su crecimiento económico a 3,5 por ciento este año, frente al salto de 9,8 por ciento en el 2008.

(Con la colaboración de Teresa Céspedes y Dana Ford, Editado por Gabriela Donoso y Patricia Avila)