Actualizado 25/07/2009 02:34

Mercosur agudiza presión Gobierno de facto Honduras

Por Nicolás Misculin y Daniela Desantis

LUQUE, Paraguay (Reuters/EP) - Los presidentes del Mercosur acordaron el viernes desconocer cualquier acto que emane del Gobierno interino en Honduras, incluyendo la celebración de elecciones, agudizando su presión para que el depuesto mandatario Manuel Zelaya sea reinstaurado en el poder.

Sin embargo, los países de la unión aduanera sudamericana discreparon sobre el tono de la condena y sanciones al Gobierno de facto, dejando al desnudo los enfrentamientos entre los gobiernos más radicales y los más moderados.

Los mandatarios coincidieron en el contundente rechazo al golpe de Estado que desató a fines de junio la peor crisis en América Central en dos décadas, pero disintieron sobre los logros de la mediación diplomática y sobre la exigencia de duras sanciones contra quienes lideraron el derrocamiento de Zelaya.

Finalmente, los mandatarios aprobaron un documento de ocho puntos en el que agradecieron las gestiones del presidente costarricense, Oscar Arias, "para encontrar una salida pacífica que permita restaurar la democracia" en el país centroamericano, punto sobre el que habían discutido.

"Se trata de un retroceso que nuestra región no puede tolerar y no podemos transigir", dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el encuentro celebrado en la sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

Venezuela había intentado suprimir la mención a Arias, por considerar que el ex premio Nobel de la Paz no fue suficientemente duro con el Gobierno de facto durante las fallidas conversaciones en San José.

En tanto que países moderados como Chile, Perú y Uruguay se mostraron favorables a valorar la iniciativa.

El Gobierno interino amenazó a Zelaya con arrestarlo si cumple con su amenaza de volver a Honduras, acusándolo de haber violado la Constitucional al intentar habilitar la reelección presidencial.

El mandato de Zelaya finaliza en enero, tras unas elecciones generales en noviembre que el Gobierno de facto prometió celebrar.

UN BLOQUE, DOS VISIONES

Las divergencias en la unión aduanera son una extensión de las divisiones que desgarran a América Latina entre los gobiernos de izquierda seguidores de Chávez, como los de Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua; y aquellos más moderados que intentan contrapesar la influencia de Venezuela, como el de Brasil.

Bolivia, por su lado, dijo que el origen del golpe de Estado fue la presencia militar estadounidense.

"Si el presidente (Barack) Obama quiere que vuelva Zelaya, por qué no presta la pista de ese Comando Sur que está en Honduras (...) el imperio está tras el golpe", sostuvo el presidente boliviano Evo Morales.

El Mercosur también decidió desconocer todos los actos unilaterales del gobierno de facto, inclusive el llamado a las elecciones previstas para noviembre.

Chávez, cuyo país aún tramita su adhesión al Mercosur, estuvo ausente en la cumbre.

Sus emisarios no lograron convencer al resto de los socios del bloque para tomar una posición aún más dura contra Honduras que incluyera hasta la prohibición de ingreso a la región de cualquier funcionario relacionado con el Gobierno interino.

"Debemos dar señales de acción concreta, como la suspensión del ingreso de los golpistas a nuestros países", dijo la coordinadora de la Comisión Presidencial del Mercosur de Venezuela, Isabel Delgado.

La cumbre congregó a los mandatarios de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay -miembros plenos del Mercosur- y de las naciones asociadas, Chile y Bolivia.

"DIFICULTADES"

Los presidentes llegaron al encuentro luego de que los ministros de la región acordaran el jueves ampliar a todo el bloque el uso de las monedas locales para las transacciones comerciales.

Sin embargo, las diferencias comerciales quedaron nuevamente en evidencia al fracasar el diálogo para eliminar eliminar el doble cobro del Arancel Externo Común, una medida que permitiría al bloque avanzar hacia una unión aduanera.

La falta de medidas conjuntas para combatir la crisis económica internacional fue mencionada por algunos de los mandatarios que, sin embargo, manifestaron la necesidad de afianzar el Mercosur.

"El proceso de integración aún enfrenta dificultades, pero los críticos deben reconocer que fue gracias al comercio intra Mercosur que conseguimos mantener los niveles de producción", dijo el presidente brasileño.

Lula se reunió con Fernández tras el reclamo de los industriales brasileños por la adopción por parte de Argentina de licencias no automáticas en sus importaciones.

Los presidentes dedicaron también buena parte del foro a la gripe H1N1, que se expandió con rapidez en el Cono Sur ocasionando decenas de muertos y miles de infectados.

La Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur presentó un proyecto para que todos los países puedan producir juntos la vacuna contra la influenza, en tanto la presidenta argentina, Cristina Kirchner, pidió una suspensión de las patentes internacionales del antiviral usado para combatirla, para que pueda producirse en laboratorios de la región.

Lula propuso una reunión de ministros de Salud de la Unión de Naciones Sudamericanas el 10 de agosto en Quito con la participación de la Organización Mundial de la Salud y representantes de laboratorios.