NUEVA YORK, 1 Sep. (Reuters/EP) -
Un ciudadano mexicano, que según autoridades vendió granadas caseras a agentes federales encubiertos en el sur del estado estadounidense de Texas, ha sido sentenciado este lunes a diez años en prisión por condenas relacionadas con armas de fuego, según han informado los fiscales.
Mario Alberto García-Balderas, de 45 años, había sido deportado dos veces de Estados Unidos para luego regresar y se espera que tenga que hacer frente de nuevo a la expulsión después de que cumpla su sentencia en una prisión estadounidense, tal y como detalla la Fiscalía local en un comunicado.
En febrero, miembros del jurado hallaron culpable a García-Balderas por ser un extranjero ilegal en Estados Unidos en posesión de un arma de fuego y nueve artefactos explosivos improvisados del tipo granada.
El juez de distrito estadounidense de McAllen (Texas), Ricardo Hinojosa, ha otorgado a García-Balderas la sentencia máxima de diez años en prisión por ambos delitos.
Hinojosa también ha sentenciado a García-Balderas a ocho años en prisión, de los cuales 30 meses serán cumplidos consecutivos a las condenas por el caso de armas de fuego, en un caso por separado donde se declaró culpable de reingresar ilegalmente a Estados Unidos tras ser deportado.
"La sentencia de hoy envía un claro mensaje a los individuos que compran, transportan, o facilitan intentos de tráfico de armas, municiones, y otros artículos relacionados", ha señalado James Spero, agente especial a cargo de investigaciones en seguridad nacional.
Los fiscales han explicado que la investigación comenzó en el 2009 después de que agentes federales recibiesen información de que una persona estaba vendiendo granadas.
Testigos declararon que García-Balderas entregó artefactos explosivos improvisados a agentes encubiertos en tres ocasiones en septiembre del 2009 por los que en total recibió casi 25.000 dólares.