Actualizado 11/11/2010 15:59

México.- Las amenazas de los cárteles de la droga hacen huir a los habitantes del noreste de México


CIUDAD DE MÉXICO, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

Ciudad Mier, uno de los municipios de la provincia de Tamaulipas, en el noreste de México, en la frontera con Estados Unidos, ha perdido a la mayor parte de sus habitantes ante las amenazas de los cárteles de la droga, según publica este jueves el periódico 'La Jornada'.

El cártel de Los Zetas amenazó a los habitantes de Mier con que debían abandonar el pueblo, o serían "arrasados". En otros municipios de la zona, como Camargo, familias enteras han recogido todas las pertenencias que podían caber en sus vehículos y han abandonado sus casas.

El sábado, el Ejército acabó con la vida de Ezequiel Cárdenas Guillén, alias 'Tony Tormenta', el jefe del cártel del Golfo, que mantiene una guerra con Los Zetas por el control de la frontera norteamericana en Tamaulipas. Ante las amenazas y el temor a represalias por parte del narcotráfico, los habitantes decidieron abandonar la zona.

Se calcula que unas 200 familias abandonaron Mier, aunque no se sabe cuántas personas quedan en el pueblo porque tienen miedo de salir a la calle ante cualquier represalia de los narcotraficantes. Según la Fiscalía General de México, las fuerzas de seguridad han ayudado a 350 personas a trasladarse desde Mier hasta Miguel Alemán, a quince kilómetros.

El alcalde de Miguel Alemán, Servando Canales, explicó que las primeras familias comenzaron a llegar el fin de semana. "Los que traían centavos llegaron alquilando casas. Después, se sentaron en la plaza; no tenían dónde quedarse, por eso les abrimos el Club de Leones (polideportivo), donde pueden estar el tiempo necesario; sabemos lo que están pasando y tenemos que ser solidarios", añadió.

VIOLENCIA EN LA UNIVERSIDAD

Por otra parte, la Universidad Autónoma de Tamaulipas y de Nuevo León han visto cómo las amenazas de bombas y la violencia han supuesto una caída en la asistencia a clase.

El presidente general de la Comisión de Seguridad Universitaria de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Mario García Valdés, declaró que la violencia generada por el crimen organizado coloca a estudiantes, académicos y trabajadores de las universidades en una "situación de alto riesgo".

"No podemos sustituir las labores de las autoridades, hacemos lo que nos corresponde, tratamos de educar a nuestra gente, pero no podemos hacer frente a los delincuentes", añadió.

Desde Nuevo León, se ha pedido que las clases y los trabajos acaben a "horas más prudentes", para evitar situaciones de violencia. La Administración de la universidad contrató el servicio de dos patrullas para que los estudiantes pudiesen ir seguros a la estación de metro más cercana.