NUEVO LAREDO, 8 Feb. (EP/AP) -
Dos semanas después de patrocinar un seminario sobre los riesgos que corren los periodistas en la cobertura del narcotráfico, el diario El Mañana de Nuevo Laredo fue víctima de un atentado contra sus instalaciones en el que un reportero resultó herido.
Dos hombres armados con rifles y granadas subrayaron este lunes por la noche el ambiente de violencia en una ciudad que padece las luchas entre bandas de narcotraficantes sin que las autoridades puedan ejercer control.
Jaime Orozco, reportero policial del diario, fue herido gravemente durante el atentado al recibir cinco impactos de bala.
Los atacantes entraron al área de recepción profiriendo insultos e hicieron disparos en dirección de la redacción que atravesaron una pared de tabla prefabricada de yeso. Antes de salir lanzaron una granada hacia un lugar desocupado.
"Aparentemente era una advertencia y no para matar a nadie", dijo el martes el gerente del diario Ramón Cantú. "Orozco venía caminando del otro lado de la pared".
En el hospital San José, el doctor Manuel Ortegón, reportó como muy grave el estado de salud de Orozco, ya que uno de los proyectiles le golpeó la columna vertebral. Añadió que el periodista tiene pronóstico reservado.
También en marzo del 2004, un editor de noticias de El Mañana, Roberto Mora, murió apuñalado por un asaltante, quien posteriormente fue asesinado en prisión.
El presidente Vicente Fox calificó el ataque como "deleznable" y señaló que de ser necesario la Procuraduría General de la República tomará el caso. Aseguró "que no vamos a tolerar" este tipo de actos contra la prensa.
Cantú explicó que tras el último atentado el diario se verá obligado a moderar aún más la línea editorial, como una forma de buscar proteger a sus trabajadores.