MÉXICO DF, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de México, Felipe Calderón, aclaró este jueves que el plan de seguridad activado en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua (norte), es el principio de una nueva era aunque advirtió de que los resultados no serán inmediatos, durante su segunda visita a la urbe en menos de una semana.
El mandatario indicó que el proyecto "Todos somos Juárez, reconstruyamos la ciudad" supondrá el inicio de una etapa de rescate y de reconstrucción de la localidad mexicana a la que prometió volver en dos semanas para hacer un seguimiento de las acciones emprendidas para frenar la violencia.
Calderón insistió en la necesidad de reorganizar los procesos desarrollados en la ciudad, especialmente en lo que se refiere al reclutamiento de policías, a las formas de comunicación entre los agentes, al tratamiento de los temas sociales en cuestiones educativas y sanitarias.
El presidente instó a la población a participar en el proceso de cambio de la ciudad a reducir la distancia "tan abismal" que existe entre la sociedad y el Gobierno que, según dijo, es lo que ha impedido frenar la ola de violencia en Juárez.
En esta línea, Calderón señaló que el problema de la delincuencia y del crimen organizado no es un asunto que competa en exclusiva a las autoridades locales y estatales sino que afecta directamente a los ciudadanos por lo que deben adoptar una "actitud vigilante".
Por su parte, el alcalde de Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, recordó que la participación ciudadana "no se puede dar por decreto, sino con base en la confianza".
En lo que va de año, más de 250 personas han sido asesinadas en esa localidad del estado de Chihuahua (norte), considerada la más peligrosa de México por la ola de violencia desatada por los cárteles de la droga que el año pasado se cobró la vida de unas 2.700 personas en esa ciudad.
ENCUENTRO CON LA CIUDADANÍA
Durante su estancia en la ciudad el dirigente tuvo un encuentro con representantes de la sociedad civil y un grupo de ciudadanos que le comunicaron sus quejas personales y de convivencia durante las cerca de cuatro horas que duró la reunión.
En este acto los vecinos de Juárez solicitaron al mandatario que aumente las plazas universitarias hasta un total de 4.000 estudiantes de modo que para 2012 la cobertura en educación superior ronde el 35 por ciento.
Asimismo, insistieron en la escasa atención que reciben del Gobierno los cerca de 49.000 drogadictos de la ciudad, de los cuales solo el 10 por ciento puede recibir los ciudadanos que requiere en Juárez.
EL PLAN JUÁREZ
El editor de la sección de internacional del diario 'El Colombiano', John Gómez, indicó que el plan diseñado por Calderón para Ciudad Juárez es similar al emprendido hace 20 años en la localidad colombiana de Medellín, en el estado de Antioquía (norte).
La corrupción es el nexo de unión de ambos proyectos cuyo objetivo común es reducir los índices de criminalidad de las ciudades y aumentar la seguridad de sus habitantes con un plan integral que abarque el ámbito defensivo, el político y el social.
"El flagelo se está filtrando en muchos organismos mexicanos y el narcotráfico está dentro de éstos, así que va a ser muy complicado superar este problema. Tienen primero que eliminar la corrupción y luego intentar los programas sociales", dijo el periodista.
En este sentido, Gómez aseveró que el éxito de este tipo de iniciativas radica en la capacidad de los gobernantes de detectar a tiempo los principales problemas que dificultan la convivencia en las calles y en erradicarlos con su colaboración, "sobre todo con la de aquellos padres de familia que han sido afectados por la violencia, como en el caso de los 15 jóvenes masacrados hace un mes".
"Una cosa es aplicar esas medidas sociales desde el Gobierno, y otra es plantearlo junto con la comunidad y saber que de esas medidas dependen sus hijos, sus familiares y que tienen derecho de ser tomados en cuenta", añadió al respecto.
Así, el periodista alabó medidas como la impulsada esta semana por el titular de la Secretaría del Trabajo, Javier Lozano, que ofreció 30.000 puestos de trabajo a jóvenes menores de 18 años con el fin de reinsertarlos en la sociedad y evitar que ingresen a pandillas.
"Es la mejor forma de atacar al crimen organizado, pero no sólo debe de haber más empleo, sino salarios dignos. Si ustedes les ofrecen un salario mínimo, ellos fácilmente caerán en las redes del crimen, lo que buscan es dinero fácil y hay que contrarrestar eso", afirmó.
No obstante, Gómez apuntó que también hay una diferencia sustancial entre ambas ciudades y es que en el caso de Juárez su ubicación geográfica, en la frontera con Estados Unidos, la convierte en ruta obligada del narcotráfico con las consecuencias que ello tiene para la vida en la ciudad y la seguridad de sus vecinos.
"El caso de Juárez es mucho más complicado (que el de Colombia) porque está en la zona fronteriza con Estados Unidos, así que es un buen puente para el narcotráfico, pero no es imposible. Los jóvenes y la comunidad necesitan ser escuchados y necesitan que les ofrezcan algo más que sólo militares", matizó.