Actualizado 16/12/2009 00:07

México.-Calderón propone una reforma integral del funcionamiento del Congreso que termine con su "parálisis legislativa"


MÉXICO DF, 15 Dic. (Reuters/EP) -

El presidente de México, Felipe Calderón, propuso este martes un proyecto de reforma integral del funcionamiento del Congreso para poner fin a su "parálisis legislativa", que permitirá la reelección de alcaldes y legisladores, prohibida por las leyes mexicanas, y establecerá un proceso electoral a dos vueltas.

"Los ciudadanos no están satisfechos, hay que reconocerlo, con la representación política y perciben una enorme distancia entre sus necesidades y la actuación de sus gobernantes, de sus representantes y de los políticos", dijo Calderón al anunciar su propuesta.

La reforma facultaría al mandatario para presentar al Congreso dos iniciativas de reforma por año que deberán ser votadas por los legisladores de septiembre a diciembre. En caso de que no se cumplieran los plazos establecidos, los proyectos quedarían aprobados automáticamente.

Sin embargo, en el supuesto de que se tratase de una propuesta de reforma constitucional en la que el Congreso no emitiera su opinión a tiempo, la reforma se sometería a referéndum y quedaría aprobada con el voto favorable de los dos tercios de la población.

El mandatario justificó estas medidas argumentando que con ellas pretende evitar "la parálisis en la decisión y en la conducción de la agenda nacional y acelerar la respuesta a las exigencias de los ciudadanos".

Asimismo, la nueva normativa permitirá al Ejecutivo presentar observaciones a los proyectos aprobados por el Congreso, que a menudo es criticado por gastar grandes cantidades de dinero en sueldos y perder mucho tiempo sin aprobar las reformas.

En esta misma línea participativa, el proyecto legitimará a la población y a la Corte Suprema para presentar iniciativas de reforma en al Parlamento mexicano.

"Buscamos agilizar la respuesta del Congreso a las prioridades de la agenda nacional, que claramente se discutan en la arena pública los temas medulares y más importantes para la ciudadanía y para la transformación del país", aseveró el presidente.

Una de las novedades más polémicas del texto es la de reducir el número de escaños en la Cámara Baja, que pasaría de 500 a 400 diputados, y en el Senado, con una reducción de 128 senadores a96, con el fin de "generar ahorros presupuestarios".

Por su parte, senadores de la oposición se manifestaron abiertos a discutir la reforma, aunque anticiparon que será necesario introducir algunos matices, especialmente en lo referente a la modificación del funcionamiento de la Presidencia.

"El grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institución (PRI) en el Senado le va a tomar la palabra al presidente, estamos abiertos a discutir una reforma política de gran calado", dijo el senador del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, al tiempo que indicó que se trata "de un golpe de timón" del Gobierno ante los "adversos y precarios resultados" obtenidos en los últimos meses.