Actualizado 28/10/2006 14:47

México/EEUU.- Washington condena asesinato del periodista y renueva la alerta para que sus nacionales no viajen a Oaxaca


MEXICO DF, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de George W. Bush condenó hoy el asesinato "sin sentido" del periodista estadounidense Bradley Will en la ciudad mexicana de Oaxaca, y anunció su intención de renovar la alerta a sus nacionales para que no viajen a esa zona del país azteca.

"Esta muerte sin sentido destaca la necesidad de que se retorne al imperio de la ley y el orden en Oaxaca", afirmó el embajador de Estados Unidos en México, Antonio O. Garza, quien señaló que "durante varios meses la violencia y el desorden en Oaxaca han empeorado".

Las protestas se han caracterizado por una "creciente violencia", que han dejado al menos nueve muertes, motivo por el que el pasado 24 de agosto emitió un alerta a los estadounidenses instándoles a "considerar cuidadosamente" los riesgos de viajar a Oaxaca.

"Ese aviso expiraría el 30 de octubre. Sin embargo, esta semana decidí renovarlo, en vista del aumento continuo de violencia. La trágica muerte por arma de fuego de un estadounidense unicamente incrementa mi profunda preocupación por la seguridad", subrayó.

"Continúa la posibilidad de violencia en Oaxaca y la situación sigue siendo tensa. Insto, de nuevo a todos los ciudadanos estadounidenses, que consideren muy cuidadosamente los riesgos de viajar a Oaxaca actualmente", apuntó Garza en su carta.

El periodista fallecido es un reportero gráfico neoyorquino de 36 años, que recibió un disparo en el abdomen y falleció en una clínica de la Cruz Roja, y trabajaba para la organización de medios por internet 'Indimedia'.

El tiroteo estalló en un violento barrio de Oaxaca cuando hombres armados trataron de retirar una barricada levantada por manifestantes que demandan la renuncia del gobernador Ulises Ruiz. De momento no ha quedado claro cuál de los dos bandos disparó primero.

Tras el tiroteo en Santa Lucía del Camino, seis personas, tres mujeres y tres hombres, resultaron heridas de diversa consideración, por lo que fueron trasladadas en vehículos particulares a varias clínicas privadas.

Los manifestantes mantienen bajo control esta ciudad desde junio pasado, construyendo barricadas, expulsando a la policía y quemando autobuses. Acusan al jefe del Ejecutivo regional de fraude para ganar las elecciones de 2004 y usar sicarios contra sus oponentes.