MADRID, 2 May. (EUROPA PRESS) -
México ha expresado este jueves su preocupación por la violencia que se ha registrado en los últimos días en Venezuela, en el marco de una nueva escalada de tensión, instando a Gobierno y oposición a "respetar cabalmente los Derechos Humanos".
"México reitera su preocupación por los eventos de violencia que acontecieron en Venezuela estos últimos días y exhorta a ambas partes a respetar cabalmente los Derechos Humanos", ha dicho el Ministerio de Exteriores mexicano en un comunicado.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha insistido además en subrayar "la importancia de la vía del diálogo y la diplomacia para encontrar una solución pacífica y democrática", reiterando "su disposición para poner en marcha el Mecanismo de Montevideo".
Asimismo, ha enfatizado que la política exterior de México se rige por los principios de "no intervención, solución pacífica de controversias, proscripción del uso de la fuerza y respeto, promoción y protección de los Derechos Humanos", los mismos que propone "como 'hoja de ruta' para encontrar una solución democrática en Venezuela".
México y Uruguay han mostrado una posición templada respecto a la crisis política en Venezuela, que se agravó el pasado 23 de enero, cuando el líder opositor Juan Guaidó se proclamó mandatario interino para impedir que Nicolás Maduro siguiera adelante con un segundo mandato que ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional reconocen.
Ambos países, a diferencia de sus vecinos regionales, que se ha alineado con Maduro o Guaidó, abogan por retomar las negociaciones que Gobierno y oposición han protagonizado en los últimos años pero esta vez con unas normas claras para evitar que queden en otra tentativa.
La tensión volvió a dispararse el martes, cuando Guaidó y un liberado Leopoldo López anunciaron el inicio de la 'Operación Libertad' para derrocar al Gobierno, asegurando que contaban con el apoyo de "un grupo importante" de militares. Para Maduro, se trata de una "escaramuza golpista" que ha sido derrotada.
Miles de personas tomaron las calles de Venezuela el martes y el miércoles siguiendo el llamamiento de Guaidó y López, obteniendo una dura respuesta de las fuerzas de seguridad. De acuerdo con el balance ofrecido por ONG locales, al menos cuatro personas han muerto, 130 han resultado heridas y más de 200 han sido detenidas.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos también ha expresado su preocupación por el "uso excesivo de la fuerza" contra los manifestantes en la nación caribeña, recordando al Gobierno que tiene la obligación de garantizar los Derechos Humanos de todas las personas, "sin importar su afiliación política".