MÉXICO DF, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Dos semanas después de que se produjera la explosión que acabó con la vida de 65 trabajadores en la mina Pasta de Conchos, de la localidad de San Juan de Sabinas, en el estado mexicano de Coahuila (norte del país), sus familiares se manifestaron para pedir a gritos que les devuelvan los cuerpos de sus seres queridos.
Según informó el diario 'El Universal', al menos unas 200 personas, entre esposas, madres y sobrinas e hijos de los carboneros víctimas de las explosiones del 19 de febrero, caminaban desde la entrada principal de Nueva Rosita y llegaron hasta las oficinas de la compañía Industrial Minera México SA, propietaria de la mina colapsada.
"Rescaten a mi papá Juan Ramos 'Johnny'; queremos a Jesús Álvarez, él es mi hermano; queremos a Juan Cruz; ya regresen a mi hermano, lo quiero aquí ahora; te estamos esperando Gil Rico...", reclamaban a través de carteles y enormes mantas. "Nos engañaron con que estaban vivos y después de una semana dijeron que estaban muertos", se quejaban.
Los manifestanes llegaron hasta las rejas de acceso de la planta IMSA del Grupo México, donde subieron de intensidad los gritos y golpearon las rejas. "Justicia, justicia, castigo a los culpables", gritaban y responsabilizaban a los directivos de IMSA del accidente donde perdieron la vida los 65 mineros.
Los familiares piden que regresen las cuadrillas de rescate y entren en la mina a sacar los cuerpos de sus familiares. Mientras, las rejas de la empresa permanecen cerradas. Tanto al principio como al final se leyó lista de los 65 mineros muertos por el mortal gas grisú.