MÉXICO DF, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El gobierno de la localidad mexicana de Matamoros, ubicada en el estado de Tamaulipas, ha pedido este lunes a la población que no salga de sus casas, tras los enfrentamientos violentos ocurridos el pasado domingo entre grupos armados y las fuerzas de seguridad, que se saldó con trece fallecidos.
El departamento de Comunicación Social del municipio fronterizo, que preside la alcaldesa Norma Leticia Salazar Vázquez, ha informado de que a pesar del refuerzo de los operativos de las fuerzas federales para mantener el orden y la paz social, "aún es mucho el riesgo que se corre", ya que "podrían registrarse nuevas situaciones de violencia".
Tal y como recoge el diario mexicano 'El Universal', el consistorio ha reconocido que la información proporcionada por las autoridades federales apunta a que "pueden suscitarse hechos de violencia en la ciudad". "Por ello, les pedimos que si no tienen alguna situación que les obliga a salir a la calle, permanezcan en sus casas, con sus familias, para evitar cualquier situación de riesgo", ha apostillado.
Por su parte, autoridades de la Procuraduría de Justicia del Gobierno de Tamaulipas, han asegurado que en Matamoros este lunes la vida cotidiana continúa con normalidad, aunque han reconocido que "se percibe mucha tensión en las calles".
TRECE PERSONAS FALLECIDAS
Al menos trece personas murieron el domingo en Matamoros a consecuencia de los enfrentamientos que estallaron durante la jornada entre grupos armados y las fuerzas de seguridad. El Grupo de Coordinación de Tamaulipas indicó que en total se registraron tres tiroteos, el primero de ellos en la carretera que une las localidades de Matamoros y Reynosa, en el que fallecieron cuatro hombres y una mujer.
El segundo incidente, en el que murieron cuatro personas, tuvo lugar en esta misma carretera, a la altura de un punto conocido como La Joroba. Las autoridades se han incautado tres armas largas, municiones y chalecos antibalas.
Por último, el tercer incidente se produjo en una avenida de la localidad después de que varios miembros de la Marina dieran el alto a un grupo de civiles armados, que respondió abriendo fuego contra los agentes. El tiroteo se saldó con el fallecimiento de cuatro de los atacantes.