Actualizado 26/03/2007 01:30

México.- La Iglesia mexicana convoca a miles de personas para protestar contra el aborto


CIUDAD DE MÉXICO, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

Miles de mexicanos se manifestaron hoy en la plaza del Zócalo de Ciudad de México para protestar contra el proyecto de ley que propone la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo durante los tres primeros meses. El cardenal y arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, emplazó a los diputados a votar a favor de la vida, porque, advirtió, se trata de una ley que no respeta ese derecho y perjudica a la familia.

Rivera Carrera realizó estas declaraciones en una entrevista concedida al diario mexicano 'El Universal' tras participar en el tercer congreso internacional Pro-Vida que se celebra en un hotel de la Ciudad de México.

Minutos antes, durante su mensaje ante organizaciones católicas y un auditorio en su mayoría conformado por jóvenes, Rivera Carrera advirtió "sí esta ley se impone, habrá violencia para los médicos, para las enfermeras y para todos aquellos que se vean obligados a ejercer este reclamo de algunos, a terminar la vida antes de que nazcan. No se puede legislar de esa manera, traería graves daños", explicó.

"El valor de la vida, la dignidad de la persona y de sus derechos fundamentales son golpeados, heridos y minados donde las leyes no corresponde al bien de la sociedad y se imponen desde los parlamentos toda una serie de medidas inicuas que vulneran a la familia y la vida", agregó. El prelado recordó también que estas palabras que podrían parecer duras fueron pronunciadas también por el Papa Juan Pablo II en el jubileo del año 2000.

Rivera Carrera sostuvo que las leyes de los diversos ámbitos de la vida tienen que respetar y promover siempre a la persona humana en sus múltiples exigencias materiales, individuales, familiares y sociales.

Además, según el cardenal, el debate de la interrupción voluntaria del embarazo no es un problema de dogmas o de fe, sino de fundamentos científicos, que han mostrado, dijo, que el embrión humano tiene vida y que sólo le falta el crecimiento. "No es un problema de dogmas y no es correcto imponer una opinión sin discutir la racionalidad y la verdad que hay detrás de la postura", comentó.

Rivera Carrera dejó claro que el diálogo no sólo debe centrarse en los derechos de la mujer sobre su cuerpo sino atender también a los derechos que tienen los seres concebidos.