MÉXICO D.F, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lanzó un "¡ya basta!" a productores, traficantes y consumidores de droga del país y les pidió que dejen de dañarse a sí mismos y a los jóvenes implicados en actividades relacionadas con el tráfico de droga.
El mensaje lanzado por la Iglesia Católica y leído por el arzobispo Domingo Díaz Martínez advierte de que el negocio de la droga es un ídolo que seduce, promete bienestar y vida, pero sólo engendra violencia y muerte, en un país donde el año pasado murieron más de 6.300 personas víctimas en hechos relacionados con el crimen organizado.
Los obispos que participaron en la ceremonia hicieron un llamamiento especial a las autoridades a quienes pidieron que enfrenten la corrupción y la impunidad y que persigan todo aquello que fortalece "el negocio del narcotráfico, el dinero sucio y las complicidades ilícitas".
"Desgarra la sangre derramada de niños abortados, mujeres asesinadas, víctimas de secuestro, asaltos y extorsiones; los que han caído en la confrontación entre las bandas, los que han muerto en la lucha contra el crimen organizado y los que han sido ejecutados con crueldad y con una frialdad inhumana", subrayaron.
Entre los múltiples factores que han ocasionado esa situación mencionaron la corrupción, la pobreza, la desigualdad, la impunidad, la falta de oportunidades, el afán de lucro y de ganancia fácil.
"Nos interpelan el dolor y la angustia, la incertidumbre y el miedo de tantas personas que lloran la pérdida de seres queridos (...). Nos cuestiona más que la indignación y el coraje natural, lo que empieza a brotar en el corazón de muchos mexicanos: la rabia, el odio, el rencor, la sed de venganza y de justicia por propia mano" , agregaron.
Para la Iglesia Católica, lo más preocupante de la situación es el desprecio por la vida ya que el ser humano víctima de la violencia por narcotráfico se convierte en "mercancía".
Así, comunicaron a las víctimas de este tipo de violencia que no están solas y reiteraron el compromiso de "los obispos, sacerdotes y agentes de la pastoral" de "acompañarles en su dolor", según el texto recogido por el diario 'El Universal'.