Actualizado 07/07/2016 10:23

México no descansará hasta esclarecer el caso de los 43 desaparecidos

Manifestación por los 21 meses de desaparición de los 43 normalistas
REUTERS / EDGARD GARRIDO

   CIUDAD DE MÉXICO, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

   La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Claudia Ruiz Massieu, ha asegurado este miércoles que el Gobierno mexicano no descansará hasta esclarecer el caso de los 43 estudiantes 'normalistas' desaparecidos en septiembre de 2014 en Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.

   Ruiz Massieu ha realizado estas declaraciones junto a los padres de los 43 jóvenes, con los que se ha reunido, por segunda vez, este miércoles para analizar de forma conjunta el esquema de seguimiento de las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos un mes después del suceso.

   Durante la reunión, la canciller ha subrayado que además de esclarecer los acontecimientos que llevaron a la desaparición de los estudiantes, el Gobierno buscará llevar ante la Justicia y castigar "conforme a la ley" a todos los responsables.

   En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores ha indicado que ambas partes --autoridades y familiares de los jóvenes-- han intercambiado puntos de vista y han podido comprobar que existen ciertos acuerdos sobre los principales elementos que debe contener este esquema de seguimiento, entre ellos, el calendario de visitas de la CIDH a México o el pleno acceso a los expedientes de investigación.

   Asimismo, Exteriores ha indicado que "las diferencias de matiz" se analizará con el organismo para buscar "fórmulas mutuamente aceptables para todas las partes". En este sentido, la CIDH se reunirá este mismo mes y convocará a ambas partes a una reunión para definir todo el proceso y que este empiece a funcionar "a la mayor brevedad posible".

CASO IGUALA

   El 26 de septiembre del 2014, un centenar de estudiantes pertenecientes a la escuela de magisterio rural de Ayotzinapa llegaron a Iguala, en el estado de Guerrero, para apoderarse de autobuses que iban a utilizar para acudir a una protesta en la capital, cuando fueron atacados a tiros por policías municipales y sicarios.

   Tres murieron durante las primeras horas del ataque, mientras que los restos calcinados de otro más fueron hallados más tarde e identificados. Los otros 42 continúan desaparecidos.

   Los familiares de los jóvenes nunca dieron credibilidad a las conclusiones del entonces fiscal Jesús Murillo, que según abogados conocedores del caso trató de cerrar el caso cuanto antes porque perjudicaba al Gobierno.

   Uno de los aspectos fundamentales es esclarecer qué papel jugaron esa noche la Policía Federal y el Ejército, que estaban al tanto de los movimientos de los estudiantes, pero no intervinieron para impedir el ataque contra los jóvenes desarmados y en pleno centro de la ciudad. Al parecer una patrulla de la Policía Federal llegó a detener uno de los autobuses en los que se desplazaban los estudiantes.