Actualizado 09/12/2014 15:35

Los padres de los 'normalistas' continuarán su búsqueda


MÉXICO DF, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los familiares de los 'normalistas' desaparecidos hace más de dos meses en el estado mexicano de Guerrero han asegurado que "continuarán" la búsqueda de los estudiantes pese a haberse confirmado este sábado la identidad de los restos mortales de uno de ellos, Alexander Mora Venancio.

El representante de los padres de los 43 desaparecidos, Felipe de la Cruz, ha asegurado que las familiar continuarán la búsqueda de los desaparecidos poco después de confirmarse que los restos encontrados en un basurero de Cocula, en Guerrero, pertenecen a Alexander Mora Venancio.

"Si piensan esos asesinos que al haber coincidido uno de nuestros muchachos con el ADN que vamos a llorar, no es así. Nuestra jornada de lucha continuará hasta encontrar con vida a los 42 que faltan", ha afirmado De la Cruz en un discurso ante el Monumento a la Revolución, lugar en el que ha finalizado la manifestación celebrada este sábado por los 'normalistas'.

El portavoz también ha asegurado que a partir de este momento los familiares de los 'normalistas' han decidido rechazar al Gobierno, liderado por el presidente, Enrique Peña Nieto. "Este crimen de Estado no puede quedar impune", ha subrayado, según ha informado el diario mexicano 'Milenio'.

CONFIRMACIÓN DE LOS RESTOS

De la Cruz ha confirmado la identidad de los restos, explicando que los familiares se han reunido con los peritos argentinos desplazados hasta México, que les han informado de que las muestras de ADN coinciden con las del joven Alexander Mora.

El portavoz ha indicado que las muestras fueron extraídas de un "pedazo de carne" del río San Juan, en el municipio de Cocula, que se trataría de un río distinto al dado a conocer por las autoridades, según 'El Universal'.

Por su parte, Bernando Campos, un familiar de los desaparecidos, ha asegurado que están "convencidos" de que los otros 42 'normalistas' están vivos por lo que no dejarán de buscarlos.

DESAPARICIÓN

Los estudiantes desaparecieron durante una carga policial ordenada por el entonces alcalde de Iguala, Jose Luis Abarca y su esposa, Maria Ángeles Pineda --de la que se sospecha como gran instigadora del incidente, dado que los estudiantes desaparecidos se disponían a boicotear un acto de su campaña a la alcaldía--.

Se cree que los desaparecidos habrían sido después entregados a un escuadrón de la muerte ligado al narcotráfico. En el ataque fallecieron seis personas.