MÉXICO DF (Reuters/EP)
El proyecto sobre la reforma laboral en México podría retrasarse después de que el Senado modificase el texto aprobado por los diputados y lo devolviese a la Cámara Baja, según ha informado este jueves el líder de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones.
El grupo parlamentario PRI ha recibido el borrador que no tiene carácter preferente y que será entregado a la Comisión de Trabajo en los próximos días, según declaró Beltrones ante los periodistas.
Los senadores oficialistas asociados con la izquierda aprobaron la iniciativa el martes pero añadieron un artículo que obliga a los sindicatos -aliados del futuro partido gobernante PRI- a sanear sus cuentas. Además, han exigido que las elecciones de dirigentes sindicales sean libres, directas y secretas y no como a puerta cerrada y a mano alzada, como son actualmente.
La Ley Federal del Trabajo no se modifica sustancialmente desde hace 42 años, por lo que el presidente electo Enrique Peña Nieto la había incluido en su programa de Gobierno. Sin embargo, fue el presidente Felipe Calderón quien entregó el borrador el 1 de septiembre.
"Nos vamos a dar los suficientes días y semanas para lograr el propósito de armonizar esta ley", ha dicho Calderón. "Lo que buscamos es que se enfríen los ánimos y se serenen sobre todo las posiciones radicales", ha añadido.
PRESIONES
El derechista Partido Acción Nacional (PAN), de Calderón, ha instado al presidente de la comisión de Trabajo de la Cámara Baja -un líder sindical del PRI- a convocar lo antes posible a una reunión de trabajo para dictaminar los cambios hechos por el Senado.
"Nuestro grupo parlamentario está listo" para que la reforma laboral se inicie "lo antes posible", ha declarado el jefe de los diputados del PAN, Luis Alberto Villarreal. "El país, reiteramos, no puede seguir esperando semanas, meses o años por los intereses políticos de unos cuantos", ha subrayado.
Uno de los objetivos de esta reforma es flexibilizar la contratación y así impulsar el empleo, como reclaman los empresarios, aunque los grupos izquierdistas consideran que estas medidas atentan contra los derechos de los trabajadores.
El punto de mayor confrontación es la transparencia sindical perseguida por Calderón y su partido así como por una alianza de partidos de izquierdas, frente a la postura del PRI que se muestra reacio a modificar las prácticas de sus aliados sindicales.
"El grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados se compromete a que el presidente Enrique Peña Nieto tenga una reforma laboral que cuide todos los principios y nos dé garantías y estabilidad laboral", ha señalado Beltrones.