Actualizado 31/10/2009 21:10

México.- El Senado mexicano aprueba una reforma fiscal reducida con respecto a los objetivos originales


MÉXICO DF, 31 Oct. (Reuters/EP) -

El Senado mexicano aprobó el sábado la versión rebajada de una reforma fiscal, desde la propuesta original del presidente Calderón, que preveía la aplicación de un nuevo impuesto generalizado del 2 por ciento al consumo, incluyendo alimentos y medicinas, y que fue rechazada por el Partido Revolucionario Industrial (PRI). La reforma aprobada incluye un aumento de un punto porcentual en las tasas del Impuesto al Valor Agregado (IVA), poniéndose al 16% y, de otros 2 puntos en la del Impuesto Sobre la Renta (ISR), con el objetivo de fortalecer las finanzas y reducir la dependencia de los ingresos petroleros.

"Hemos buscado con este paquete preservar la estabilidad económica y financiera del país a partir de la solvencia de las finanzas públicas", declaró el senador José Trejo, presidente de la comisión de Hacienda.

La Cámara Alta le dio el visto bueno a la ley de Ingresos del 2010 e incluyó un déficit fiscal equivalente al 0.75 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y un precio estimado del barril de crudo de 59 dólares, a pesar de que el proyecto original de Calderón pronosticaba un déficit del 0.5 por ciento y un precio estimado de 53.9 dólares para el barril de crudo.

Los senadores acordaron dentro del plan fiscal subir en un punto la tasa del IVA, al 16 por ciento, y en dos puntos, hasta el 30 por ciento, la del ISR, a partir del próximo año. Asimismo, se aprobó un nuevo impuesto del 3 por ciento sobre los servicios de telecomunicaciones, si bien, éste excluye Internet.

El Senado también dio luz verde a una subida al 26.5 por ciento, desde el actual 25 por ciento, en el impuesto a la cerveza, que fue menor al aumento propuesto por el Gobierno, que situaría el gravamen en 28 puntos porcentuales. También aprobó un aumento de dos pesos a la cajetilla de tabaco, y fijó en un 30 por ciento el impuesto a los juegos con apuestas, desde el actual 20 por ciento.

Con estos aumentos tributarios el Gobierno busca cubrir parte del gran agujero fiscal que la Administración mexicana prevé para el próximo año, y evitar un posible recorte en la calificación de la deuda pública del país.

El plan fiscal y la Ley de Ingresos, que constituyen la primera parte del paquete económico del próximo año, deben ser de nuevo ratificados el sábado por los diputados, después de los cambios efectuados por los senadores, mientras que el presupuesto de Egresos, la parte restante del plan económico para 2010, debe ser aprobado por los diputados antes del 15 de noviembre y no requiere ser votado por los senadores.