Actualizado 13/09/2009 20:58

Micheletti insiste en que "ninguna presión revertirá" el golpe de Estado

CARACAS, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente 'de facto' de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró hoy que no hay marcha atrás en la destitución del presidente constitucional hondureño, Manuel Zelaya, depuesto en un golpe de Estado el pasado 28 de junio. Micheletti confirmó así que las autoridades estadounidenses le han retirado su visado de viaje, según recoge el diario 'El Heraldo'.

"Aceptamos tranquilamente la decisión de los Estados Unidos pero nuestro compromiso con el pueblo hondureño nos impide avalar acuerdos que violen nuestra Constitución", aseguró Micheletti, que consideró la retirada del visado como una medida de presión más para que firme el Acuerdo de San José, propuesto para la resolución de la crisis política y que prevé la restitución de Zelaya en el poder y una amnistía.

Micheletti aseguró que pese a la decisión de Washington de revocar varios visados y cancelar la emisión de visas regulares a hondureños que visitan Estados Unidos, su Gobierno no tomará represalias contra los ciudadanos estadounidenses.

Además de Micheletti, tampoco contarán con visado el ministro de Asuntos Exteriores, Carlos López Contreras; la vicepresidenta del Congreso Nacional, Marcia Villeda; los 14 magistrados de la Corte Suprema de Justicia y los de algunos empresarios que tienen negocios en Estados Unidos.

Con anterioridad, Estados Unidos revocó las visas diplomáticas al magistrado Tomás Arita Valle; al presidente del Congreso Nacional, José Ángel Saavedra; al ministro de Defensa, Adolfo Lionel Sevilla, y al Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio.

Micheletti afirmó que se esperaba la decisión del Gobierno de "ese país amigo" y que la respeta. En cualquier caso, dijo que no le preocupa, a pesar de que, según apuntó, la misma causa indignación entre los hondureños que han corrido la misma suerte por disposiciones adoptadas por Estados Unidos.

El dirigente 'de facto' afirmó que si le retiran la visa por defender el país, su democracia y su soberanía (no por actos de corrupción), entonces recibía la medida con orgullo. La administración de Micheletti acusa a Zelaya de corrupción y de violar la Constitución hondureña.

Sí lamentó, en cambio, que la carta enviada por Estados Unidos se la hayan dirigido como presidente del Congreso Nacional.