Publicado 31/10/2019 23:34

Miles de familias huyen de sus casas en la provincia de Al Dali (Yemen) a causa de los nuevos combates

MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

Miles de familias yemeníes han tenido que huir de sus viviendas a causa de los combates registrados en los últimos días en la provincia de Al Dali (suroeste), según ha informado este jueves el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), alrededor de 65.000 personas abandonaron sus viviendas en la provincia entre enero y septiembre de 2019, lo que no incluye la nueva oleada de desplazados.

"Los enfrentamientos son intensos. Estábamos sentados muy asustados en una esquina de una habitación. Los niños estaban aterrados y lloraban. Las balas alcanzaron el interior de nuestras casas", ha relatado Fatima Mohamed, una mujer desplazada de la localidad de Subaira.

Así, ha indicado que "tres personas resultaron heridas y el resto de la familia no pudieron escapar". Los desplazados tuvieron que caminar durante horas en medio de la noche, cruzando zonas plagadas de artefactos explosivos.

El CICR y la Media Luna Roja de Yemen trabajaban en la localidad de Al Jobar para entregar comida y productos básicos a los desplazados cuando presenciaron la llegada de la nueva oleada de familias desplazadas desde distintas zonas de la provincia.

Numerosos edificios y escuelas de la provincia se han convertido en refugios temporales para las familias que escaparon de los combates a principios de año, unas instalaciones que se encuentran ya saturadas de personas que no tienen fuentes de ingresos.

En este sentido, algunas clases alojan a dos y hasta tres familias, entre 15 y 25 personas, en unas condiciones en las que, debido a la falta de agua, no funcionan las letrinas. Estos desplazados no han podido volver a sus casas a causa de los continuados enfrentamientos.

La provincia se encuentra en la ruta entre la capital, Saná, y la ciudad de Adén, por lo que es considerada un importante punto de entrada para los suministros comerciales y la ayuda humanitaria.

Esto provoca que, cada vez que se registran enfrentamientos, se provoque la suspensión de este tránsito de bienes. Por ello, el CICR ha reclamado a todas las partes en conflicto que respeten a los civiles y garanticen su protección.

La guerra ha sumido al que ya era el país más pobre del Golfo en la peor crisis humanitaria del mundo. El conflicto ha dejado más de 91.000 muertos, según un balance facilitado en junio por el Proyecto de Localización y Datos de Conflictos Armados (ACLED, por sus siglas en inglés).