Por Dana Ford y Marco Aquino
LIMA (Reuters/EP) - Miles de trabajadores marcharon el miércoles en Perú en demanda de un cambio de la política económica pro mercado del presidente Alan García, un día después de que el Gobierno anunciara un cambio en el gabinete de ministros presionado por los conflictos sociales.
La protesta sirvió para que el líder opositor, el nacionalista y militar retirado Ollanta Humala ofreciera un discurso en un mitín en el que prácticamente se autoproclamó como candidato presidencial para las elecciones del 2011.
García encaró su mayor protesta en junio con 34 policías y nativos amazónicos muertos, conflicto que superó parcialmente con la derogatoria de dos leyes que los indígenas consideraban afectaban a sus territorios ricos en recursos naturales.
A la marcha, organizada por la mayor central de sindicatos de trabajadores de Perú (la CGTP), se sumó el paro de maestros y transportistas que fue acatado de forma parcial en la mayoría de regiones, aunque en el sur se sintió con mayor fuerza.
También pararon algunas organizaciones de indígenas que habían comenzado el martes una protesta de tres días con bloqueos en el interior del país.
El paro de transportistas continuará hasta el jueves.
Las manifestaciones son parte de una ola de protestas contra el Gobierno, que según la Defensoría del Pueblo, sumaron 226 "conflictos sociales activos" hasta fines de junio.
"Decimos que no basta un cambio de gabinete, decimos que necesitamos un cambio de régimen, un nuevo modelo económico, una nueva democracia más participativa", afirmó un enérgico Humala ante cientos de seguidores en la Plaza 2 de Mayo de Lima.
"Por eso, a partir de 2011, de la mano con todos los movimientos sociales, de la mano con las fuerzas de izquierda, de la mano con los pueblos amazónicos, con los pueblos originarios, llegaremos al poder", dijo el líder izquierdista.
El presidente García ha anunciado que realizará el fin de semana un cambio en su gabinete y según analistas mantendría al ministro de Economía y Finanzas, Luis Carranza.
García, quien en su primer Gobierno entre 1985 y 1990 intentó estatizar la banca, se ha convertido en un gran promotor de la inversión privada y se ha enfrascado en forjar para el país la firma de pactos de libre mercado.
Perú registró el año pasado un crecimiento de 9,8 por ciento, una de las más altas del mundo, pero para el 2009 ha revisado su meta a 3 por ciento por la crisis mundial.
MAPA DE PROTESTAS
En Lima se registraron algunos bloqueos de carreteras que dificultaron el transporte de pocos vehículos que salieron a trabajar, lo que retrasó la asistencia a centros laborales.
Los bloqueos fueron despejados por la policía con bombas lacrimógenas y se reportaron unos 30 detenidos, algunos de los que portaban piedras y clavos para obstaculizar el transporte. La policía y fuerzas militares resguardaron plazas, vías principales, puentes, estaciones de buses y algunos aeropuertos del país.
En todo el país se detuvieron a 127 personas.
"(García) está manchado con sangre, su corazón está con empresas extranjeras, no con el pueblo", dijo Manuel Peña, de 55 años, un chofer de transporte urbano, durante el paro.
Las protestas han golpeado a García, cuya popularidad cayó en junio a 21 por ciento desde 30 por ciento, a poco días de cumplir tres años de gestión de un mandato de cinco años.
La ministra de Interior, Mercedes Cabanillas, dijo a periodistas que el paro "fue menor" y que se desplegaron 32.000 policías y 6.000 militares para velar el orden.
En el interior del país, donde la tasa de pobreza es más alta que la ciudad de Lima, el paro de transportistas y de los maestros fue mayor, aunque se notó el flujo de personas a sus centros de trabajo, dijeron autoridades.
El paro no afectó a las grandes mineras del sur de Perú. Oficiales de Southern Copper y Cerro Verde, entre las mayores productoras de cobre del país, dijeron que sus minas estaban operando casi normalmente.
En Arequipa, la segunda ciudad más importante de Perú, se registró inasistencia de escolares y según reportes radiales manifestantes bloquearon la principal carretera de la zona.
En Cusco, la región con mayor flujo de turistas en el país, hubo poco transporte urbano y los residentes y los visitantes extranjeros se movilizaron en taxis y vehículos privados.
El aeropuerto de Cusco, en el sureste de Perú, fue vigilado por fuerzas de orden y operó normalmente, mientras que la empresa de servicio de trenes a la ciudadela inca Machu Picchu suspendió sus labores por medidas de seguridad.
En Puno, frontera con Bolivia en el sureste del país, se registraron bloqueos con piedras en las carreteras, sin que hubiera enfrentamiento con la policía.
El Gobierno ha afirmado que las protestas son promovidas por gobiernos izquierdistas de la región, como Venezuela y Bolivia, países que han negado injerencia política.