Actualizado 06/07/2009 02:21

Militantes de Nigeria atacan pozos petroleros de Shell

Por Nick Tattersall

LAGOS (Reuters/EP) - Militantes nigerianos dijeron el domingo que lanzaron su tercer ataque contra la compañía Royal Dutch Shell desde una oferta de amnistía hecha por presidente Umaru Yar'Adua y advirtieron que su campaña de sabotaje se intensificaría.

El Movimiento por la Emancipación del Delta del Níger (MEND) dijo en un comunicado que había atacado una red de pozos petroleros en el canal Cawthorne cerca de las 0200 GMT, terminando con las esperanzas de que el ofrecimiento de amnistía llevarían a un período de calma.

"La instalación está conectada con el terminal de carga Bonny en el estado de Rivers", dijo, en referencia a una estación de exportación clave en el este del Delta del Níger.

No hubo confirmación inmediata por parte de Shell o de la fuerza militar que patrulla el Delta del Níger.

El martes, Shell dijo que los últimos asaltos - que mayormente se han centrado en el oeste del Delta del Níger - han causado un corte de producción en sus instalaciones en tierra a 140.000 barriles de petróleo por día (bpd), cerca de la mitad del nivel de bombeo registrado a inicios del año.

La interrupción de los suministros de esta semana ayudó a impulsar los precios mundiales del crudo hasta un máximo en ocho meses, ubicándose de 72 dólares el barril.

Yar'Adua anunció hace 10 días que ofrecería a una amnistía de 60 días a los hombres armados para poner fin a la violencia, que ha evitado que Nigeria suministre más de los dos tercios de su capacidad desde inicios del 2006, con un costo de miles de millones de dólares en ingresos perdidos.

Algunos líderes militantes han indicado que estarían dispuestos a tomar parte en el ofrecimiento siempre y cuando puedan negociar los términos, pero MEND, una red de facciones armadas, ha señalado que duda de la sinceridad del Gobierno.

El grupo hizo estallar una red de pozos petroleros de Shell en el Delta pocas después de la propuesta de amnistía, acusando al Ejército de realizar una "misión punitiva" para capturar a supuestos militantes pese a la oferta, un cargo que las fuerzas de seguridad rechazaron.