Actualizado 07/08/2009 01:57

Misión OEA no logrará retorno Zelaya: Gobierno facto

Por Gustavo Palencia

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - Una nueva misión de la OEA que buscará una salida a la crisis en Honduras deberá sortear, incluso antes de nacer, la negativa del Gobierno de facto a permitir el retorno del derrocado presidente Manuel Zelaya, punto que para países como Estados Unidos es la solución.

La misión, aprobada por la Organización de Estados Americanos (OEA) el miércoles y cuyos integrantes aún no han sido anunciados, fue solicitada por el propio presidente de facto Roberto Micheletti, que asumió después de que Zelaya fue expulsado del país por militares el 28 de junio.

Pero desde ya, el Gobierno de facto ratificó su negativa a negociar con quien sea la restauración de Zelaya, punto que trabó la mediación internacional liderada hasta ahora por el presidente costarricense, Oscar Arias.

La misión "no tiene poder ejecutivo ni de determinación, lo que ellos hagan es a título de sugerencia. Un informe de esta comisión puede tener recomendaciones, sugerencias, pero de ninguna manera órdenes para el Gobierno de Honduras", dijo a Reuters el ministro de la presidencia interina, Rafael Pineda.

El golpe de Estado en Honduras despertó la condena de Estados Unidos, que el jueves aseguró que no ha suavizado su posición y que espera que prospere el llamado Acuerdo de San José propuesto por Arias, una opción poco viable a la luz de las declaraciones del Gobierno interino.

Luego de que fuera difundida una carta del Departamento de Estado en la que el Gobierno de Barack Obama parecía menos enérgico sobre Honduras, un portavoz del Departamento de Estado aclaró el jueves que Washington sigue apostando al plan de Arias.

"No estamos suavizando nuestra posición respecto a Honduras. Estamos trabajando duro para que ambas partes tomen seriamente los acuerdos de San José. Pensamos que este es el mejor camino para resolver la crisis política", dijo el portavoz Robert Wood.

La OEA, que suspendió a Honduras días después del golpe de Estado, prevé anunciar el viernes quiénes integrarán la misión, que representa un esfuerzo por destrabar la mediación en la que ambas partes han dicho que están dispuestos a dialogar, pero en la que ninguna cede un ápice.

El Gobierno interino pidió a la OEA una actitud "sin inclinación parcial", pese a que no cede en el punto del retorno de Zelaya.

"La posición del Gobierno es vertical, inquebrantable. Ese no es tema de negociación (el regreso de Zelaya) y no tendría por qué serlo ahora", dijo Pineda, y reiteró que Micheletti está dispuesto a renunciar si un tercero asume el poder.

ZELAYA PIDE MAS DE EEUU

Zelaya, que se instaló principalmente en Nicaragua tras el golpe, está ahora buscando apoyo de líderes regionales y demandando que Estados Unidos juegue un rol más clave como el único actor con poder real de cambiar la situación de su país.

La Casa Blanca aplicó algunas sanciones como suspender ayuda militar y revocar visas a ciertos funcionarios del Gobierno de facto, pero no ha declarado legalmente que se trata de un golpe de Estado, algo que le obligaría a tomar medidas más duras.

"No se ha tomado una decisión para hacer algo ahora más que apoyar los acuerdos de San José y el proceso de mediación", enfatizó el Departamento de Estado sobre la eventual aplicación de más sanciones.

Zelaya fue depuesto después de varios días de tensión por su insistencia en realizar una consulta popular que abriera paso a la reelección.

Desde su salida, se han registrado protestas intermitentes de sus partidarios, que el miércoles iniciaron caminatas desde varios puntos del país con rumbo a Tegucigalpa para reunirse en una manifestación masiva el próximo martes.