MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Sergio Moro, ha asegurado este miércoles que no solo no hubo "colusión" con la Fiscalía en el caso 'Lava Jato', que acabó con la condena del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, sino que tuvieron "divergencias".
El portal de noticias The Intercept ha publicado desde el pasado 9 de junio una serie de conversaciones que Moro, como juez del caso, habría tenido con los fiscales y los investigadores de 'Lavo Jato' a través de distintas plataformas de mensajería instantánea.
Estos contactos entre los actores de un caso en curso podrían suponer una violación del Código de la Magistratura, por lo que Moro ha comparecido voluntariamente este miércoles ante la Comisión de Justicia del Senado para explicarse, según informa la Agencia Brasil.
"No hubo colusión, sino divergencias", ha asegurado. Así, ha recordado que, de las 45 denuncias presentadas por el Ministerio Público Federal (MPF) en 'Lava Jato', todas recibieron sentencia --291 acusados, 211 condenados y 63 absoluciones-- y 44 fueron recurridas por el propio MPF.
"Creo que no ha habido un juez con tantos recursos interpuestos como yo", ha dicho, apuntando que prácticamente todas las decisiones que tomó en el marco de 'Lava Jato' fueron apeladas ante los máximos tribunales de Brasil porque afectaban a "personas poderosas".
Moro ha asegurado que "los que fueron condenados lo fueron en base a las pruebas de que cometieron corrupción, gran corrupción", a pesar de que, según ha contado, sufrió "ataques cotidianos por parte de quienes no querían cambios en el patrón de lucha contra la impunidad".
Así las cosas, ha atribuido la filtración de estas conversaciones, que dice que no puede verificar porque se produjeron hace años, a "operaciones de contrainteligencia" y se ha mostrado dispuesto a colaborar con las investigación sobre su gestión del caso 'Lava Jato'. "No tengo nada que esconder", ha afirmado.
Además, ha vuelto a defender su decisión de adoptar la invitación del presidente, Jair Bolsonaro, a formar parte de su Gobierno como ministro de Justicia y Seguridad Pública. En su opinión, es "una oportunidad para consolidar los avances en la lucha contra la corrupción".