Sérgio Moro
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   BRASILIA, 10 Jul. (Notimérica) -

   El ministro de Justicia de Brasil, Sérgio Moro, se ausentará durante cinco días esta cartera por "asuntos particulares", en medio del escándalo por los mensajes filtrados en la prensa que ponen en duda su parcialidad cuando era juez del caso 'Lava Jato', que envió a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

   La licencia fue publicada en el Diario Oficial de la Federación del país, donde se informa que el titular de Justicia estará ausente del próximo 15 al 19 de julio.

   Según el portavoz de la Presidencia de la república, Otávio Rgo Barros, Moro solicitó esta licencia al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a principios del pasado mes de junio, sin embargo, casualmente, esta licencia se presenta en medio de la polémica por el caso de 'Lava Jato'.

   "Trabajar, trabajar, trabajar es importante. Pero descansar también forma parte del contexto de retomar energías para proseguir el combate", destacó Rgo.

   Durante su ausencia, el secretario ejecutivo asumirá el cargo y las responsabilidades de la entidad ministerial, de acuerdo con lo indicado en el Boletín.

   "Se aclara que la remoción, sin salario, se lleva a cabo de conformidad con los artículos 81, VI de la Ley 8112/90. El ministro estará de vacaciones y el secretario ejecutivo, Luiz Pontel, responderá provisionalmente por el ministerio en el período", establece el documento.

LAS FILTRACIONES

   Desde el mes pasado, el ministro ha sido blanco de las noticias publicadas por el portal 'The Intercept' sobre las conversaciones entre él y los fiscales de la operación anticorrupción 'Lava Jato'.

   Los diálogos muestran, entre otras cosas, la supuesta injerencia del exjuez en las acciones del Ministerio Público Federal (MPF) y cómo se coordinó con los fiscales para encarcelar a Lula.

   El intercambio de mensajes muestra que Moro y los fiscales colaboraron y que tenían especial interés en el caso del exmandatario izquierdista, algo que en la actualidad sus abogados están usando para demostrar que el actual ministro nunca fue un juez "imparcial" y que por ello la condena de Lula debe ser anulada.

   Por su parte, en una reciente comparecencia ante el Senado y la Cámara de Diputados, Moro señaló que "no tenía nada que esconder", afirmando que existe "un grupo criminal estructurado" que tiene como objetivo "invalidar condenas por corrupción y lavado de dinero" y "obstaculizar investigaciones" que todavía están en marcha y que pueden "afectar a personas poderosas".