MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Al menos un 'casco azul' ha muerto y otro ha resultado herido de gravedad este jueves a causa de la explosión de una mina al paso de un vehículo de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) en los alrededores de la ciudad maliense de Kidal, ubicada en el norte del país africano.
La MINUSMA ha confirmado lo sucedido en un comunicado y ha detallado que el ataque ha sido ejecutado a unos 50 kilómetros de Kidal, al tiempo que ha condenado "firmemente" los ataques contra "personal de la ONU, fuerzas malienses, internacionales y, sobre todo, civiles inocentes".
"La MINUSMA no se dejará intimidar por estos ataques y sigue decidida a apoyar al pueblo y al Gobierno maliense en sus esfuerzos para lograr una paz duradera en el país", ha indicado el representante especial de la Secretaría General de la ONU para Malí, Mahamat Saleh Annadif.
"Recuerdo que todos los ataques contra soldados de paz de la ONU pueden constituir crímenes de guerra, en línea con el Derecho Internacional", ha manifestado, al tiempo que ha expresado sus condolencias a los familiares del fallecido y ha deseado una pronta recuperación al 'casco azul' herido en el ataque.
La MINUSMA es la misión de mantenimiento de paz de la ONU que ha sufrido más bajas, con más de 200 muertos desde su despliegue en el país en 2013. El ataque de este jueves es el primero con bajas desde el golpe de Estado militar del 18 de agosto, que sacó del poder al entonces presidente, Ibrahim Boubacar Keita.
El suceso ha tenido lugar además apenas unos días después de la muerte de doce militares y doce civiles en una serie de ataques en Mopti (centro) reclamados por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), filial de la organización terrorista Al Qaeda en Malí.
El presidente de transición de Malí, Bah Ndaw, ha decretado tres días de luto nacional a partir de este mismo jueves ante los ataques en Mopti, tras la aprobación de la medida por parte del Gobierno, según ha recogido el diario maliense 'Essor'.
Malí ha visto como en los últimos años las acciones de los grupos yihadistas han ido en aumento. En el país operan tanto la filial de Al Qaeda en el Sahel como la de Estado Islámico --Estado Islámico en el Gran Sáhara--.
La creciente actividad de estos grupos ha venido acompañada de un incremento de las tensiones de carácter étnico, lo que ha motivado numerosos incidentes de violencia intercomunitaria, a los que se suman además los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad malienses, denunciados de forma reiterada por las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.