Actualizado 11/06/2009 16:49

Mujeres activistas, esperanzadas con las elecciones en Irán

TEHERAN (Reuters/EP) - Activistas por los derechos de las mujeres consideran que los compromisos hechos por los rivales del presidente Mahmoud Ahmadinejad en la campaña para las elecciones del viernes ofrecen una nueva esperanza para su intento de acabar con la discriminación de género en el país.

La posición de las mujeres se ha convertido en una cuestión principal en la campaña para las elecciones presidenciales de Irán, en las que candidatos moderados buscan cambios políticos y sociales e intentarán impedir un segundo mandato de cuatro años de la actual línea dura de Ahmadinejad.

Los dos candidatos proreformistas - el antiguo primer ministro Mirhossein Mousavi y el clérigo Mehdi Karoubi - dicen que intentarán mejorar el papel de las mujeres en el conservador estado islámico si salen elegidos presidentes.

"Quien quiera que llegue al poder tendrá que responder a las demandas del movimiento de los derechos de la mujer", dijo la activista feminista Susan Tahmasebi. "Ya no somos invisibles".

Los activistas dicen que las mujeres en Irán están sujetas a la discriminación que las convierte en ciudadanas de segunda clase en cuestiones como el divorcio, la herencia, la custodia de los hijos, temas legales y otros aspectos de la vida.

Bajo el mandato de Ahmadinejad, hubo un intento de marginar de nuevo a las mujeres a la "esfera privada y promoverlas como madres y esposas", dijo Tahmasebi.

Irán dice que las mujeres en el país están mejor tratadas que en Occidente, donde dice a menudo se las considera como símbolos sexuales.

Las mujeres iraníes pueden acceder a casi todos los trabajos y, a diferencia de Arabia Saudí y en todo el Golfo, pueden votar y conducir.

Sin embargo, las activistas dicen que docenas de sus miembros han sido detenidas desde el lanzamiento de una campaña en el 2006 para intentar recoger un millón de firmas a favor de mayores derechos para las mujeres.

La mayoría de las activistas fueron liberadas tras unos días o semanas.

Diplomáticos occidentales dicen que tales arrestos forman parte de una campaña más amplia en contra de los disidentes de Ahmadinejad, posiblemente en respuesta a una presión externa sobre Teherán por su polémica programa nuclear.

EL HIJAB, UNA "CUESTION PERSONAL"

Incluso a pesar de que la campaña electoral ha estado dominada por temas económicos, incluida la alta inflación y el desempleo, tanto Karoubi como Mousavi también se han referido a la situación de la mujer.

"Hemos sido capaces de entrar en el discurso electoral con nuestros temas", dijo Tahmasebi. "Creo que es una muy buena señal".

Karoubi, considerado como el más liberal de los tres oponentes de Ahmadinejad, dijo esta semana que contempla tener dos o tres mujeres en su Gobierno.

En la misma rueda de prensa, una antigua miembro del Parlamento que Karoubi dijo que incluirá en su ejecutivo cuestionó la aplicación estricta de la ley islámica en Irán en la vestimenta o el 'hijab'.

Los códigos morales que rigen la vestimenta de la mujer - que debe cubrir el pelo y las formas del cuerpo - se endurecieron tras la llegada al poder de Ahmadinejad en el 2005 y su promesa de relanzar los valores de la revolución islámica.

"El hijab debería ser voluntario y no obligatorio de por sí ... el hijab debería ser una cuestión personal", dijo Jamileh Kadivar, que vestía un chador negro de la cabeza a los pies.

La esposa de Mousavi, Zahra Rahnavard, también ha abierto nuevos caminos en la política iraní al intervenir activamente en la campaña de su marido, diciendo que las mujeres lograrían más influencia si su marido salía elegido.