Publicado 09/08/2015 16:45

Las mujeres con cáncer de mama que reciben ciclos cortos de radioterapia tienen una mejor calidad de vida

   MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Las mujeres con cáncer de mama que reciben ciclos cortos de radioterapia tienen una mejor calidad de vida y presentan menos toxicidades, según han informado investigadores de la Universidad del Centro Oncológico MD Anderson de Texas (Estados Unidos), en un artículo publicado en la revista 'JAMA Oncología'.

   Históricamente, el manejo del cáncer de mama en los Estados Unidos ha consistido en suministrar durante un largo periodo de tiempo radiación en dosis bajas. Hace unas décadas, la radiólogos oncológicos estadounidenses barajaron la posibilidad de acortar este tiempo aunque los resultados que obtuvieron fueron "decepcionantes".

   "Los estudios se realizaron con tecnologías anticuadas. Desde entonces, con los nuevos avances tecnológicos, se han realizado investigaciones en Reino Unido y Canadá donde se han mostrado tasas de recurrencia iguales en ambos grupos, así como en la supervivencia", han explicado los expertos. De hecho, han informado de que sólo un tercio de las pacientes a las que se recomienda recibir ciclos cortos de radioterapia las están recibiendo.

   METODOLOGÍA DEL ESTUDIO

   Por este motivo, los investigadores han analizado a 287 mujeres con este tumor, las cuales fueron divididas en dos grupos: uno en el que se suministraban ciclos cortos y otro en el que se daban ciclos largos. La edad media era de 40 años, el tumor estaba en fase inicial y el 76 por ciento padecía sobrepeso u obesidad.

   Asimismo, el estudio del MD Anderson incluyó una "dosis de refuerzo", como parte del tratamiento. A todas ellas, se les dio un cuestionario para evaluar su calidad de vida antes del tratamiento y seis meses después de la terapia. A su vez, los médicos evaluaron semanalmente la toxicidad de las pacientes durante y después de completar la radiación.

   De esta forma, comprobaron que las que habían recibido ciclos más cortos tenían menos toxicidades durante el tratamiento, y, a los seis meses, sufrían menos fatiga y tenían una mejor calidad de vida, en comparación con las que pertenecían al otro grupo.

   "Los pacientes que recibieron el curso más corto reportaron menos dificultades a la hora de atender las necesidades de su familia, lo que es fue de las prioridades más importantes para las mujeres que participaron, ya que la mayoría trabajan fuera de casa pero, también, eran las que más responsabilidades tenían en el hogar", han detallado los investigadores.