Actualizado 20/07/2009 00:02

Negociaciones por crisis en Honduras,en punto muerto

Por Ana Isabel Martínez y John McPhaul

SAN JOSE (Reuters/EP) - Las negociaciones para superar la crisis política surgida del golpe de Estado en Honduras seguían estancadas el domingo, con delegados del depuesto presidente Manuel Zelaya y del Gobierno interino enfrentados sobre la propuesta de devolverle el poder al mandatario.

Las conversaciones están enfrascadas en el principal punto de la propuesta del mediador en el conflicto, el presidente costarricense y premio Nobel de la Paz Oscar Arias, de permitir el regreso al poder del mandatario destituido para que termine su mandato.

Pero, los delegados del presidente hondureño interino, Roberto Micheletti, reiteraron que Zelaya será arrestado si vuelve a su país, desoyendo el reclamo de Naciones Unidas y la comunidad internacional de que sea restituido para superar la peor crisis política en Centroamérica en dos décadas.

Zelaya fue derrocado hace tres semanas por militares, con apoyo de la Corte Suprema y el Congreso, y expulsado a punta de rifle a Costa Rica por supuestamente violar la ley al buscar con un referendo habilitar su reelección.

La propuesta de Arias incluye restituir a Zelaya hasta el término de su mandato a fines de enero, formar un Gobierno de coalición, adelantar comicios, declarar amnistía para los delitos políticos y la renuncia del depuesto mandatario a hacer un referendo, entre otros puntos.

La delegación de Zelaya, cuya cercanía con el presidente venezolano, Hugo Chávez, disgustó a varios sectores políticos y empresarios en Honduras, aceptó el plan de Arias.

"Estamos plenamente de acuerdo con la propuesta de Oscar Arias, es decir que esa propuesta significa que estamos de acuerdo con el punto número uno que es el que tendrían que aceptar ellos de restitución del gobierno legítimo", dijo Arístides Mejía, delegado de Zelaya.

Los representantes de Micheletti avalaron casi todos los puntos, aunque no aceptaron el principal de ellos: el regreso del derrocado presidente al poder.

De acuerdo con un documento entregado a Arias, la delegación del Gobierno interino sólo aprueba el retorno de Zelaya para someterlo a la justicia por supuestamente violar la Constitución, entre otros cargos.

ACCIDENTADO INICIO

Cuando las delegaciones se volvieron a sentar a la mesa el domingo, las cosas no comenzaron bien.

La delegación de Micheletti acusó a Zelaya de mala fe, luego de que, en una entrevista publicada el domingo por el diario Folha de Sao Paulo, el depuesto presidente diera a entender que si vuelve al poder seguiría con sus intentos de realizar una consulta popular.

El referendo, que fue declarado ilegal por la justicia de Honduras e irritó a los opositores y hasta a muchos partidarios de Zelaya, fue lo que llevó a militares y al Congreso del país centroamericano a dar un golpe de Estado contra el presidente.

"El día de hoy el mundo entero es testigo de las declaraciones de don Zelaya Rosales diciendo que no puede desistir de una convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente (...) eso desautoriza el espíritu de las conversaciones", dijo Arturo Corrales, delegado de Micheletti.

La entrevista fue publicada el domingo por el periódico, pero, según el periodista del Folha que la hizo, el encuentro con Zelaya fue el viernes, antes de que la propuesta de Arias se pusiera sobre la mesa y que las delegaciones se reunieran.

"No hay ninguna contradicción con las declaraciones que ha hecho el presidente Zelaya, el está dispuesto a discutir ese punto", aclaró Mejía.

CUENTA REGRESIVA

Zelaya, que dice que el golpe fue liderado por las élites que se oponen a sus políticas que buscan sacar de la pobreza a Honduras, ha dado un ultimátum para que se alcance un acuerdo que resuelva la crisis en estas negociaciones, que debe incluir su regreso a la silla presidencial.

Si fracasan las conversaciones, apoyadas por Estados Unidos y criticadas por Chávez, el mandatario derrocado ha dicho que regresará a Honduras para reclamar la presidencia pese a amenazas de arresto, lo que según analistas podría generar violencia en un país dividido.

"Si no aceptan la restitución, me temo que se terminará el espacio de diálogo y el presidente verá la forma de ingresar a territorio hondureño", dijo el domingo a Reuters una asistente de la familia de Zelaya.

Mientras tanto, el Gobierno interino había desplegado soldados en distintos puntos de Honduras por el posible regreso de Zelaya y extendió el toque de queda al lunes, desde la medianoche hasta las 0430 hora local (1030 GMT) de ese día.

Simpatizantes del derrocado presidente planeaban manifestaciones de apoyo el domingo y de cara a las negociaciones en Costa Rica, mientras que un portavoz del Ministerio de Seguridad dijo que una granada explotó la noche del sábado frente al Colegio de Abogados, sin causar víctimas.

"Es un acto de buena voluntad que Manuel Zelaya haya aceptado los puntos de la propuesta de Arias", dijo a Reuters Rafael Barahona, dirigente del Partido Liberal del mandatario derrocado y del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado.

"Tenemos que ver qué avances hay en el diálogo", añadió y dijo que se realizará una protesta en el departamento de Santa Bárbara, al noroeste de Honduras.

Zelaya se había mostrado el sábado dispuesto a aceptar la propuesta del Gobierno de coalición nacional con la condición de que no incluya a nadie que haya participado en el golpe en su contra. El Gobierno interino también había aceptado desde el inicio una administración de unidad, pero sin Zelaya.

"El día de hoy antes de que se ponga el sol sabremos definitivamente si quienes han usurpado los espacios de la democracia (...) terminan por acatar irrestrictamente (...) las resoluciones que obligan al régimen golpista a desocupar el lugar sagrado que ocuparon", dijo Patricia Rodas, canciller del depuesto Zelaya, durante un acto en en Nicaragua para celebrar el aniversario de la Revolución Sandinista.