Actualizado 25/04/2018 08:43

La Conferencia Episcopal de Nicaragua acepta mediar en el diálogo entre el Gobierno y la patronal

Protestas contra Daniel Ortega en Nicaragua
REUTERS / JORGE CABRERA

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Conferencia Episcopal de Nicaragua ha aceptado este martes mediar en el diálogo sobre la reforma de la seguridad social entre el Gobierno de Daniel Ortega y el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) del país.

"La Conferencia Episcopal de Nicaragua después de orar, escuchar y pedir las luces del Espíritu Santo acepta estar en carácter de 'mediador y testigo' del diálogo convocado por el señor presidente de la república de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra", ha señalado en un comunicado.

La Conferencia Episcopal ha considerado "esencial e imperativo" que el Gobierno y los nicaragüenses eviten "todo acto de violencia de falta de respeto a la propiedad pública y privada". También ha llamado a mantener un "clima sereno y de absoluto respeto de la vida humana de todos y cada uno de los nicaragüenses".

Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha aplaudido la decisión de la Conferencia Episcopal.

"Nos congratulamos por el anuncia de la Conferencia Episcopal de Nicaragua sobre el comienzo del diálogo convocado por el presidente Ortega. Esperamos que genere resultados para resolver los temas institucionales que afectan al país", ha afirmado Almagro a través de su cuenta en Twitter.

Nicaragua ha vivido en la última semana las protestas más fuertes contra Ortega en sus quince años de mandato. El origen es una reforma del Instituto Nacional del Seguro Social (INSS) que aumentará las aportaciones de trabajadores y empresarios y pondrá a cotizar a los jubilados.

La represión policial ha dejado escenas de auténticas batallas campales en Managua y otra ciudades, con munición real, balas de goma, gases lacrimógenos, cócteles molotov y barricadas incendiadas. Cruz Roja ha confirmado nueve muertos y más de 400 heridos, si bien otras fuentes consultadas por la prensa local hablan de una treintena de fallecidos.