Actualizado 23/08/2006 20:17

Nicaragua.- El Gobierno se opone a la expulsión de Unión Fenosa exigida por los nicaragüenses ante los apagones

Miles de personas declaran la "guerra total" a la eléctrica por la crisis energética y los sandinistas rechazan concederle 7,5 millones


MANAGUA, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

Miles de nicaragüenses han declarado la "guerra total" a la filial de la eléctrica española Unión Fenosa ante los continuos apagones que se vienen registrando en las últimas semanas en medio de la grave crisis energética que atraviesa el país. Incluso han llegado a pedir que sea expulsada, pero el presidente, Enrique Bolaños, se opone a esa medida y de hecho pretende aprobar un crédito de 7,5 millones de euros para pagar parte de la deuda del Estado con la compañía.

Organizaciones populares y de defensa de los consumidores protagonizaron ayer una gran manifestación por las principales calles de Managua, que concluyó ante la sede del Parlamento, para pedir a las autoridades que expulsen del país a Unión Fenosa. Además, un grupo de personas anunció su decisión de iniciar una huelga de hambre hasta que sus demandas sean aprobadas.

Mientras, al Sur del país los habitantes de la ciudad de Masaya atacaron anoche con palos y piedras la sede de la compañía, en medio de protestas por los frecuentes apagones. "Si sacamos al ex dictador Somoza, por qué no a Unión Fenosa. Unión Fenosa, fuera, que se vayan del país", gritaban cientos de vecinos en imágenes aparecidas en la televisión local.

El racionamiento de energía al que esta sometido el país desde el pasado mes de abril se endureció la semana pasada con apagones de hasta 15 horas, que fueron reducidos a unas tres horas después de las protestas de miles de nicaragüenses que salieron a las calles para exigir una pronta solución al problema.

"La expulsión de Unión Fenosa empeoraría en estos momentos la situación que atraviesa el país", afirmó Bolaños en declaraciones a la emisora Radio Nicaragua, recogidas por Europa Press, en las que defendió su propuesta de saldar parte de la deuda del Estado con Unión Fenosa, a través de un crédito para cuya aprobación necesita del 'visto bueno' del Congreso.

OPOSICION DE LOS SANDINISTAS

Sin embargo, la Cámara baja anunció ayer que postergará hasta el mes de septiembre la sesión extraordinaria para discutir la propuesta del presidente Bolaños ante la oposición de los diputados del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que consideran que aprobar ese crédito redundaría en más gastos para el pueblo nicaragüense, entre otras desventajas.

Es más, el candidato a la Presidencia por el FSLN, Daniel Ortega, aconsejó a las autoridades encontrar una solución rápida para la crisis energética --que provoca largas horas de apagones en todo el país-- y sugirió realizar una auditoria a la empresa de capitales españoles para comprobar si está cumpliendo los compromisos asumidos cuando el Gobierno le concedió la licencia en el año 2000.

Ante estas posiciones, el presidente Bolaños responsabilizó a los diputados por la crisis de energía que atraviesa el país por no aprobar leyes que permitan la generación de energía, aunque también reconoció parte de culpa por dedicarse únicamente a promover las inversiones en el país, sin tener en cuenta que requeriría de mayor generación de energía.

Por este motivo, insistió en defender el pago de la deuda a través de emisión de letras del Tesoro argumentando que permitirá resolver en parte la crisis energética. "Estos nueve millones de dólares no son para beneficiar a Unión Fenosa, sino que es una garantía que se otorga al consorcio español para que la banca nacional brinde crédito a la misma", añadió.

Por su parte, el presidente del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), David Castillo, advirtió que rescindir el contrato a Unión Fenosa podría significar un alto costo para el país. "El INE no puede gritar que se vaya Unión Fenosa porque la compañía podría invocar sus garantías de inversión y cobrar al país millones de dólares", indicó.