Publicado 21/11/2020 21:17

Nigeria.- Las fuerzas de seguridad nigerianas reconocen que había munición real en una masacre de manifestantes

Protestas contra el Escuadrón Especial contra el Robo (SARS) de la Policía de Nigeria
Protestas contra el Escuadrón Especial contra el Robo (SARS) de la Policía de Nigeria - 2020 GETTY IMAGES / LEON NEAL - Archivo

MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El comandante de la 81 Brigada de Inteligencia Militar de Lagos, el general de brigada Ahmed Taiwo, ha reconocido este sábado que las tropas contaban con munición real durante una intervención contra manifestantes contra la violencia policial el 20 de octubre en el peaje de Lekki, en Lagos. Hasta ahora las autoridades sostenían que no había habido disparos.

Taiwo ha explicado que parte del contingente desplegado en el peaje tenía balas de fogueo, pero otra parte sí contaba con munición real. Sin embargo, ha subrayado que solo hubo disparos al aire y por parte de los soldados equipados con munición de fogueo, según recoge el diario nigeriano 'Punch' en su edición digital.

El oficial ha realizado estas declaraciones durante su comparecencia ante la Comisión de Investigación Judicial del Estado de Lagos que investiga lo ocurrido.

Durante la sesión se ha planteado si los militares llevaban armas en ese momento y Taiwo ha explicado que "cuando se habla de armas, se refieren a armamento de gran calibre". "Llevaban fusiles, no pistolas", ha indicado.

Ante la evidencia de que se han encontrado señales provocadas por el impacto de bala, Taiwo ha explicado que "evidentemente, parte de la fuerza lleva munición real para estar preparados por si eran atacados, pero los soldados del equipo que disparó utilizaron balas de fogueo", ha añadido.

Durante la noche del 20 de octubre, cuando un grupo de soldados abrió fuego contra manifestantes en el peaje de Lekki, en la ciudad de Lagos, la más poblada del país y el continente. Amnistía Internacional ha denunciado doce muertos y ha acusado a las autoridades de intentar ocultar pruebas de lo sucedido, aunque el número concreto de víctimas aún se desconoce.

Los manifestantes han acusado al Ejército y las fuerzas de seguridad de apagar las cámaras en la zona, así como el alumbrado eléctrico, poco antes de que los soldados abrieran fuego contra los concentrados, en un aparente intento de ocultar pruebas de la represión. El Ejército negó en un primer momento que hubiera soldados desplegados en la zona y posteriormente aseguró que solo se utilizaron balas de fogueo.

Las movilizaciones arrancaron para protestar contra los abusos del controvertido Escuadrón Especial contra el Robo (SARS), ya disuelto, si bien han continuado debido a que los manifestantes exigen una reforma profunda en el seno de las fuerzas de seguridad para impedir que los mismos se repitan.