MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Nigeria ha anunciado este viernes la muerte de 250 presuntos terroristas durante una operación llevada a cabo el miércoles en una zona boscosa situada en el estado de Kaduna (centro), sacudida por un incremento de la inseguridad en los últimos meses.
El portavoz de la Policía, Frank Mba, ha detallado que las operaciones fueron lanzadas en el bosque de Kuduru y ha agregado que el campamento asaltado "es uno de los más organizados y fortificados de los que hay constancia".
"De hecho, hasta ahora los elementos criminales lo consideraban impenetrable", ha sostenido, antes de recalcar que los sospechosos "pensaban que estaba fuera del alcance de las fuerzas de seguridad".
Mba, que ha confirmado que las operaciones se saldaron con la muerte de un miembro de las fuerzas especiales de la Policía, ha agregado que entre los supuestos terroristas hay miembros del grupo Ansaru, bandidos y otros criminales.
Ansaru, creado en 2012 tras presuntamente escindirse del grupo yihadista Boko Haram, ha estado detrás de numerosos secuestros en el noreste de Nigeria desde entonces, especialmente de extranjeros, con el objetivo de reclamar el pago de rescates.
Asimismo, ha señalado que dos oficiales que iban en un helicóptero de la Policía que participaba en la operación y que fue alcanzado por los sospechosos resultaron heridos leves y lograron hacer aterrizar el aparato en una base en Kaduna.
El portavoz policial ha resaltado además que las fuerzas de seguridad se incautaron armamento, munición, vestimenta militar, drogas, teléfonos y otros materiales.
"La operación fue llevada a cabo gracias a información de Inteligencia que vinculaba a elementos terroristas y criminales en el 'super campamento' a una serie de episodios de violencia relacionados con el terrorismo, secuestros, robo de ganado y otros crímenes", ha zanjado.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, autorizó el 26 de enero la ejecución de bombardeos contra bandidos, secuestradores y ladrones de ganado en zonas boscosas de los estados de Níger, Kaduna y Zamfara, en el centro del país.
Buhari afirmó la semana pasada que le "pilló por sorpresa" el incremento de los ataques por parte de bandas criminales en el noroeste y el centro del país, al tiempo que prometió "tiempos duros" para estos grupos.
"Durante nuestras campañas, sabíamos sobre Boko Haram. Lo que está pasando ahora es sorprendente. No es sobre etnia o religión, es un plan maléfico contra el país", señaló, según su portavoz, Femi Adesina.