Actualizado 30/06/2009 02:42

Obama dice golpe de Estado en Honduras es ilegal

Por Arshad Mohammed y David Alexander

WASHINGTON (Reuters/EP) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el lunes que el golpe que depuso al presidente hondureño Manuel Zelaya era ilegal y que sentaría un "terrible precedente" de transición a una fuerza militar, a menos que sea revertido.

"Creemos que el golpe no fue legal y que el presidente Zelaya sigue siendo el presidente de Honduras, el presidente democráticamente electo allá", afirmó Obama a periodistas tras una reunión en el Salón Oval con su par colombiano, Alvaro Uribe.

Zelaya, en el poder desde el 2006, fue derrocado en un golpe de Estado al amanecer después de haber provocado la molestia del Poder Judicial, el Congreso y el Ejército, al intentar cambios constitucionales que le hubiesen permitido buscar una reelección tras un mandato de cuatro años.

El Congreso de Honduras nombró a Roberto Micheletti presidente interino y la Corte Suprema del país dijo que había ordenado a los militares destituir a Zelaya.

Estados Unidos, la Unión Europea y una variedad de gobiernos extranjeros expresaron su apoyo a Zelaya, quien fue sacado a la fuerza de su residencia por soldados y enviado rápidamente en un avión a Costa Rica.

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Obama agregó que trabajará con la Organización de Estados Americanos (OEA) y con otros países e instituciones para lograr la vuelta de Zelaya al Gobierno.

"Sería un terrible precedente si comenzamos a retroceder a una era en la que vemos los golpes militares como una forma de transición política, en lugar de elecciones democráticas", sostuvo Obama, destacando los progresos de la región para establecer una tradición democrática en los últimos 20 años.

Pese a los comentarios de Obama, la secretaria de Estado Hillary Clinton dijo que el Gobierno no había designado formalmente por ahora el derrocamiento como un golpe militar.

Tal designación podría obligar al líder estadounidense a suspender buena parte de la ayuda que presta a Honduras.

Bajo la ley de Estados Unidos, no se puede brindar asistencia a un país cuyo jefe de Gobierno electo ha sido derrocado por un golpe militar, aunque se trate de una medida para impulsar la democracia.

"Nosotros sí creemos que esto ha evolucionado en un golpe", dijo a los reporteros Clinton, y agregó que el Gobierno estadounidense está "retrasando" por ahora aquella designación.

Al ser consultada sobre si Estados Unidos consideraba suspender la ayuda a Honduras, Clinton negó con la cabeza.

El Departamento de Estado estadounidense no pudo precisar inmediatamente cuánta asistencia envía a Honduras.

El portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs dijo que no creía que Obama haya hablado con Zelaya desde el derrocamiento.

Indicó que Washington había estado trabajando en los últimos días para intentar evitar un golpe y señaló que "nuestra meta ahora está puesta en restaurar el orden democrático en Honduras".

Analistas expresaron que las rápidas críticas tanto de Obama como de Clinton el domingo tuvieron una mejor recepción por parte de naciones latinoamericanas de lo que habían tenido anteriores intervenciones estadounidenses en la región.

La postura de Obama contrastó con la equívoca posición asumida por el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush en el 2002, que fue interpretada como tácticamente aceptando un golpe en contra del mandatario izquierdista venezolano Hugo Chávez.

Clinton enfatizó que Estados Unidos esta trabajando con otras naciones en el hemisferio para restaurar la totalidad del orden constitucional y la democracia, pero evitó pedir específicamente que Zelaya sea restituido en el poder.

Un alto funcionario estadounidense que habló en condición de anonimato, comentó que al retrasar el pronunciamiento legal sobre el golpe de Estado, Washington estaba intentando generar el espacio para la negociación de un acuerdo.