Actualizado 17/06/2009 22:51

Obama impulsa mayor reforma financiera desde década 1930

Por Kevin Drawbaugh

WASHINGTON (Reuters/EP) - El presidente Barack Obama presentó el miércoles su plan de reforma a la normativa financiera de Estados Unidos, con el que apunta a endurecer la supervisión de las grandes firmas del sector, cuya excesiva toma de riesgos provocó la recesión mundial.

Las propuestas, que están en desarrollo desde hace seis meses y que irán al Congreso para ser debatidas, incluyen el cierre de un regulador bancario y la creación de nuevos organismos encargados de supervisar el riesgo económico a nivel general y la seguridad de los productos financieros para los consumidores.

El Gobierno asumirá duras tareas, como obligar a las grandes firmas financieras a elevar sus colchones de capital y regular los derivados extrabursátiles e instrumentos securitizados.

Pero abordará sólo parcialmente una tarea vista antes como vital: la modernización total de las agencias regulatorias financieras.

Por ejemplo, no propondrá la fusión de la Comisión de Valores (SEC, por su sigla en inglés) y la Comisión de Negocios de Futuros de Materias Primas (CFTC, por su sigla en inglés), debido a los obstáculos políticos que enfrentaría.

"Con las reformas que estamos proponiendo hoy, queremos establecer reglas que le permitan a nuestros mercados financieros promover la innovación y desalentar el abuso", dijo Obama en la Casa Blanca.

"Buscamos crear un marco regulatorio en el que los mercados puedan funcionar libremente y con justicia, sin la fragilidad que en los ciclos normales de negocios puede llevar al riesgo de un colapso financiero; un sistema que trabaje para las empresas y los consumidores", añadió

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MAS PODERES A LA FED

El mandatario propuso poner a la Reserva Federal a cargo de vigilar el "riesgo sistémico" a la economía que pudiesen representar las grandes firmas financieras, con el fin de prevenir que se repita la severa crisis de los bancos y los mercados de capitales del año pasado.

Obama hizo un llamamiento a la creación de una agencia que apunte a proteger a los consumidores de los productos financieros, desde los créditos hipotecarios hasta las tarjetas de crédito.

"Mi administración está proponiendo una reestructuración radical del sistema de regulación financiera, una transformación a una escala no vista desde las reformas que siguieron a la Gran Depresión", aseguró.

Se esperan meses de debate legislativo. Las comisiones del Senado y de la Cámara de Representantes sostendrán más de una decena de audiencias sobre la reforma regulatoria hasta mediados de julio. Los republicanos de la Cámara de Representantes ya ofrecieron un plan alternativo.

"Claramente, hay algunas ideas con las que estamos de acuerdo", dijo el líder republicano de la Cámara baja, John Boehner, a la prensa.

"Pero pienso que la idea de tener este consejo del consumidor es muy engorrosa, limitará el número de productos que llegan al mercado y dará al Gobierno una presencia terriblemente fuerte en una industria que ha sido muy creativa", agregó.

Obama defendió el plan como una equilibrada aproximación que acota el riesgo excesivo, pero no es tan drástico como para evitar que las financieras ayuden al crecimiento económico.

El presidente y sus principales asesores ven el actual trastorno financiero como la última de una serie de crisis que llevan ya décadas, por lo que su reforma regulatoria intenta corregir los problemas más allá de aquellos a los que se acusa de generar el último episodio.

Como detalla el documento de 88 páginas, el proyecto de Obama plantea cerrar la Oficina de Supervisión de Entidades de Ahorro y Préstamo, una unidad del Departamento del Tesoro, y eliminar un fuero federal bajo el cual operan las cajas de ahorro y préstamo, con el objetivo de facilitar la supervisión bancaria.

Un consejo de reguladores presidido por el secretario del Tesoro trabajará junto con la Reserva Federal, que tendrá nuevos poderes, para identificar posibles riesgos que puedan amenazar a todo el sistema financiero.

El objetivo es asegurar que el colapso de una gran empresa -como por ejemplo el de la rescatada aseguradora American International Group- no desestabilice a toda la economía.

El Gobierno ha estado discutiendo durante seis meses sobre la mejor manera de ajustar la regulación de los bancos y del mercado para responder a la crisis, mientras que la Unión Europea ha dado pasos similares y más rápidamente que Estados Unidos en ciertas áreas.

Según el plan, el Gobierno tendría poder para embargar y desarmar empresas grandes en problemas que no sean bancos, tomando como modelo los poderes actuales de la Corporación Federal de Seguros de Depósito (FDIC, por su sigla en inglés) para desarticular a los bancos en quiebra.

El Gobierno también exigirá que se estipulen controles para los mercados de deuda securitizada y de derivados extrabursátiles, así como una mayor regulación sobre los fondos mutuos de los mercados de dinero, las agencias calificadoras de crédito y los fondos de cobertura.

(Informe adicional de Corbett Daly, Karey Wutkowski, Patrick Rucker, Thomas Ferraro, Rachelle Younglai y Emily Kaiser. Editado en español por Ignacio Badal)