Actualizado 17/06/2009 19:04

Obama impulsa reforma financiera para mercado recupere confianza

Por Kevin Drawbaugh

WASHINGTON (Reuters/EP) - El presidente Barack Obama presentará el miércoles su plan de reforma a la normativa financiera de Estados Unidos, con la que apunta a endurecer la supervisión de las firmas más importantes, cuya excesiva toma de riesgos provocó la recesión mundial.

Las propuestas incluirán el cierre de un regulador bancario y la creación de nuevos organismos encargados de supervisar el riesgo económico a nivel general y la seguridad de los productos financieros para los consumidores, según un documento que detalla la propuesta gubernamental.

En un paquete de reformas que implican muchas tareas difíciles, el Gobierno propondrá poner a la Reserva Federal a cargo de monitorear a las firmas financieras más grandes con la expectativa de tener una agencia responsable para prevenir que se repita la severa crisis bancaria actual.

"Debemos actuar ahora para recuperar la confianza en la integridad de nuestro sistema financiero", dijo el Gobierno en el documento de 85 páginas.

"El extenso daño económico para las familias y empresas comunes es un recuerdo constante de la urgente necesidad de actuar para reformar nuestro sistema regulatorio financiero y poner a nuestra economía en camino de una recuperación sustentable", agregó.

Con meses de debate en el Congreso estadounidense por delante, las comisiones del Senado y de la Cámara de Representantes sostendrán más de una decena de audiencias sobre la reforma regulatoria hasta mediados de julio. Los republicanos de la Cámara de Representantes ya ofrecieron un plan alternativo.

Obama presentará sus propuestas el miércoles a las 1650 GMT, dijo la Casa Blanca.

CIERRE DE AGENCIA, FED MAS FUERTE

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, miembros del Congreso, reguladores y representantes de la industria financiera y grupos de consumidores se unirán a Obama en el evento "con el fin de dar a conocer un plan de reforma regulatoria comprehensiva para modernizar y proteger la integridad de nuestro sistema financiero", dijo la Casa Blanca.

El proyecto de Obama plantea el cierre de la Oficina de Supervisión de Entidades de Ahorro y Préstamo, una unidad del Departamento del Tesoro, y la eliminación de un fuero federal bajo el cual operan las cajas de ahorro y préstamo, con el objetivo de facilitar la supervisión bancaria.

Además, la Reserva Federal tendría nuevas funciones como fiscalizador de los riesgos que pudieran amenazar al sistema financiero, en un trabajo conjunto con un consejo de otros reguladores presidido por el Tesoro.

La meta es asegurar que el colapso de una gran empresa -como por ejemplo el de la rescatada aseguradora American International Group- no desestabilice a toda la economía.

El Gobierno ha estado discutiendo durante seis meses sobre la mejor manera de ajustar la regulación de los bancos y del mercado para responder a la crisis, mientras que la Unión Europea ha dado pasos similares y más rápidamente que Estados Unidos sobre ciertas áreas.

Mientras evolucionaba el proyecto de Obama, el Gobierno dio marcha atrás en ciertas propuestas que consideró políticamente inalcanzables, como una renovación generalizada de la estructura de supervisión financiera. Por ejemplo, no se propondrá la fusión de la Comisión de Valores (SEC, por su sigla en inglés) y la Comisión de Negocios de Futuros de Materias Primas.

Obama pedirá la creación de una agencia de supervisión independiente que fiscalice los productos financieros para los consumidores y que obligue a las firmas financieras a tener más capital para sobrevivir mejor en tiempos difíciles.

Se obligará a los mercados financieros exóticos, que en los últimos años se expandieron mucho más allá de la capacidad del Gobierno de controlarlos, a exhibir mayor transparencia y responsabilidad.

Según el plan, el Gobierno tendría poder para embargar y desarmar empresas grandes en problemas que no sean bancos, tomando como modelo los poderes actuales de la Corporación Federal de Seguros de Depósito (FDIC, por su sigla en inglés) para desarticular los bancos en quiebra.

El Gobierno también exigirá que se estipulen controles sobre los mercados de deuda securitizada y de derivados extrabursátiles, así como una mayor regulación sobre los fondos mutuos de los mercados de dinero, las agencias calificadoras de crédito y los fondos de cobertura.

Presionará para que se realicen cambios en los gobiernos corporativos que den a los accionistas más poder para restringir los pagos de ejecutivos.

"Vamos a lanzar un paquete muy fuerte de medidas regulatorias (...) Esperamos que el Congreso trabaje rápidamente para tener esas leyes en vigencia", dijo el martes Obama.

En comentarios a periodistas, el mandatario advirtió que su plan será un "fuerte estímulo" en el terreno político y que hay intereses especiales que ya están mostrando su oposición.

La Cámara de Comercio de Estados Unidos, el mayor grupo de presión local, dijo el martes que se opone a algunas partes claves del plan.

El líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, dijo el martes que ese cuerpo legislativo tratará la reforma financiera a fines de julio o apenas finalice el receso de agosto del Congreso. Las perspectivas en el Senado, que se mueve de manera más lenta, no están muy claras.

(Informe adicional de Corbett Daly, Karey Wutkowski, Patrick Rucker, Thomas Ferraro, Rachelle Younglai y Emily Kaiser; Editado en español por Ignacio Badal)