Actualizado 17/06/2009 00:00

Obama y Lee dicen tácticas Norcorea no funcionarán

Por Doug Palmer

WASHINGTON (Reuters/EP) - El presidente estadounidense Barack Obama y su par surcoreano Lee Myung-bak, que formaron un frente unido el martes contra Corea del Norte, dijeron que la nación debe abandonar su polémico programa de armas nucleares.

"En el pasado hubo un patrón en el cual Corea del Norte se comportaba de modo beligerante y, si esperaba lo suficiente, luego era recompensada con alimentos, combustible, préstamos y una amplia gama de beneficios", dijo Obama.

"El mensaje que estamos enviando (...) es que vamos a romper ese patrón", dijo Obama a periodistas.

Lee subrayó ese punto, diciendo que la votación del Consejo de Seguridad de la ONU la semana pasada para expandir las sanciones a Norcorea demostraba la firme resolución de la comunidad internacional.

"Los norcoreanos deberán entender que esto es diferente, que no van a poder repetir el pasado o sus tácticas y estrategias del pasado", dijo Lee.

El líder surcoreano ha adoptado una postura dura con Pyongyang, incluso antes de que el país elevara las tensiones en las últimas semanas probando misiles, reiniciando una planta para producir plutonio de grado apto para fabricar armas y conduciendo un ensayo nuclear del 25 de mayo.

Lee y Obama dijeron que habían acordado iniciar conversaciones para resolver las diferencias en torno a un pacto de libre comercio bilateral firmado hace dos años.

Obama señaló que era necesario disipar las preocupaciones mutuas antes de que el pacto sea enviado al Congreso para una votación. Por un lado, Corea del Sur tiene dudas con respecto a la carne estadounidense y, por el otro, Estados Unidos quiere revisar las provisiones del sector automotriz.

Durante la campaña electoral del año pasado, Obama dijo que las disposiciones del sector automotriz y manufacturero favorecían demasiado a Corea del Sur e instó a Bush a renegociar el acuerdo.

Desde que asumió, Obama pidió a los funcionarios del Comercio que trabajen junto a Seúl para resolver las preocupaciones por las barreras al mercado surcoreano, y a la vez comprometió miles de millones de dólares de dinero de los contribuyentes para rescatar a Chrysler y General Motors.

Lee recibió con entusiasmo el acuerdo y se reunió con el representante de Comercio estadounidense Ron Kirk el lunes para discutirlo.

Pero Seúl se ha negado a renegociar las disposiciones automotrices, que muchos legisladores estadounidenses objetan porque dicen que hacen significativas concesiones.