Actualizado 11/03/2016 19:22

¿Qué ocurrirá con los guerrilleros de las FARC tras la firma del acuerdo?

FARC
REUTERS

   BOGOTÁ, 11 Mar. (Colprensa/Notimérica) -

   Han pasado más de tres años desde que se iniciaran las negociaciones entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el país cada vez está más cerca una eventual desmovilización de este grupo.

   Sin embargo, este momento no llegará el 23 de marzo, tal y como estaba previsto. De hecho, el ministro de Justicia de Colombia, Yesid Reyes, en una entrevista concedida a Europa Press, ya ha afirmado que la firma del acuerdo de paz "se va a extender algunas semanas más".

   El fin de las negociaciones con éxito supondrá terminar, sobre el papel, con un conflicto armado de poco más de cinco décadas y con todas las actividades ilícitas que lo rodean.

   No obstante, una de las principales dudas en torno al proceso es si realmente todos los combatientes de las FARC estarán dispuestos a dejar las armas para reintegrarse en la sociedad civil.

   Una de las situaciones más temidas supondría una repetición de lo ya ocurrido en 2006, durante el Gobierno de Álvaro Uribe.

¿DESARME TOTAL?

   En aquel año, según un reporte de la alta consejería presidencial, se desmovilizaron 31.671 combatientes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Sin embargo, de acuerdo con la Organización de los Estados Americanos (OEA), de ese grupo, cerca de 4.000 hombres que se habían desmovilizado se alzaron en armas y engrosaron las filas de las bandas criminales en diferentes regiones.

   En el caso de las FARC, los últimos cálculos de las Fuerzas Militares indican que el grupo guerrillero contaría con unos 8.000 combatientes, repartidos en cerca de 90 frentes y columnas móviles en 24 departamentos.

   Sobre este supuestos ficticio, el director y fundador del Centro de Recursos para el Análisis de Conflicto (Cerac), Jorge Restrepo, asegura que no le parece probable que con las FARC suceda un fenómeno parecido debido a dos razones: las diferencias entre la Fuerza Pública de hoy en comparación con la de hace 13 años y la diferencia entre los dos grupos ilegales.

   "Las condiciones de la Fuerza Pública son muy diferentes a las que existían en 2003, cuando se inició el proceso de desmovilización de las AUC. Además, las FARC son muy diferentes a lo que eran los grupos paramilitares de ese entonces, que estaban más involucrados en el procesamiento y la comercialización internacional de cocaína de lo que están hoy las FARC", explicó Restrepo.

   Su opinión difiere con la del consultor internacional en Seguridad y Defensa John Marulanda, quien aseguró que "al menos la mitad de los combatientes de las FARC seguirán delinquiendo".

   "Estoy convencido de que vamos a vivir un fenómenos similar al que pasó con las AUC; ya hay muestras de eso, gran parte de los frentes del sur del país están dedicados al narcotráfico, por lo que creo que la creación de grupos delincuenciales de esa índole, formados por reductos de las FARC, va a ser una secuela inexorable de todo este proceso, si llega a culminar con éxito", declaró.

EL ELN Y EL ATRACTIVO NEGOCIO DEL NARCOTRÁFICO

   A pesar de las diferencias existentes entre ambos expertos, los analistas sí que coinciden en que muchos de los combatientes que vuelvan a delinquir reforzarán las filas del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

"Puede haber un reciclaje de hombres y armas de las FARC, principalmente hacía al ELN. También puede haber una absorción de armas y cultivos de coca hacía el crimen organizado, aunque considero que eso ya sucedió, no creo que vayamos a ver más de lo que ya hemos visto hasta ahora; hay regiones donde grupos de las FARC han pasado al crimen organizado", dijo Restrepo.

   Entretanto, para Marulanda este traslado de hombres de una grupo paramilitar a otro se debe a que los guerrilleros rasos temen que los beneficios obtenidos de las negociaciones de paz serán únicamente para los jefes presentes en La Habana. Por ello, estos guerrilleros rasos preferirían seguir lucrándose del negocio del narcotráfico, pero desde el ELN.

   En la actualidad, según informes del Departamento de Estado de Estados Unidos y de agencias como la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), se calcula que las FARC obtienen entre 500 y 800 millones de dólares anuales del tráfico de narcóticos.

   Tras la firma del acuerdo, el consultor Marulanda se mostró convencido de que muchos militantes de los principales frentes dedicados al narcotráfico no abandonarán un negocio tan lucrativo.

"Serán tres los sitios particulares donde se fortalecerá el narcotráfico en el país: en las fronteras con Ecuador, con Venezuela y Panamá, pues en esos sitios veremos el resurgimiento de esa actividad con el Frente Primero en la frontera con Panamá, los frentes 38 y 42 en la frontera con Ecuador, y el Frente 33, en el Catatumbo, que se unirá a la gente del ELN", sostuvo el experto, quien no descartó que la situación se extienda a otras zonas del país.