Actualizado 06/03/2012 17:46

La OEA alerta de que el crimen organizado es "un gran peligro" para la región

José Miguel Insulza
JUAN CARLOS ULATE / REUTERS


WASHINGTON, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

El secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, ha alertado de que la violencia promovida por el crimen organizado y los cárteles de la droga "afecta a la democracia" en el continente americano y es "uno de los grandes peligros" que deben afrontar los gobiernos de la región.

"Naturalmente, es un motivo de preocupación para todos", ha dicho Insulza. "Todos entendemos que la criminalidad organizada es uno de los grandes peligros que hoy en día existe en las Américas", ha insistido, según cita un comunicado de la OEA.

Las declaraciones de Insulza son la respuesta a la polémica que surgió en México por las declaraciones que hiciera la semana pasada Adam Blackwell, secretario de Seguridad Multidimensional de la OEA, en la reciente reunión continental sobre Delincuencia Transnacional Organizada, sobre la amenaza del narcotráfico en las instituciones y en las elecciones regionales y presidenciales.

El Gobierno de Felipe Calderón ha pedido a la OEA que aclare estas afirmaciones, cuando falta un mes para que comience la campaña electoral para las elecciones del próximo 1 de julio, sobre las cuales se cierne la amenaza de los cárteles de la droga, según han denunciado autoridades locales y partidos de oposición.

"En el caso de México, tenemos pleno respeto por su institucionalidad electoral, y estamos seguros de que la elección próxima va a ser completamente normal", ha aseverado Insulza, al aclarar que Blackwell no mencionó a "ningún país en específico", sino que expresó la preocupación de esta organización sobre el problema del crimen organizado.

El deber de la OEA es estudiar este tipo de problemas con mayor rigor "cuando hay algún grupo que no respeta las leyes, que fija sus propias leyes y que cuenta con cuantiosos recursos para implementar sus acciones", ha alegado Insulza.

Desde que Calderón asumió el poder en México, en diciembre de 2006, más de 47.500 personas han fallecido en hechos relacionados con la encarnecida guerra que mantienen los cárteles del narcotráfico por el mercado de la droga que se consume en Estados Unidos.