LONDRES (Reuters/EP) - La vacuna contra el cáncer de cuello de útero de GlaxoSmithKline, Cervarix, obtuvo luz verde de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su uso en el mundo en desarrollo, aunque aún resta resolver cómo pagarán la inyección los países pobres.
La "precalificación" de la OMS es necesaria para que las agencias de Naciones Unidas y la organización sin fines de lucro GAVI Alliance puedan comprar la vacuna. Glaxo dijo el jueves que espera que la medida ayude a acelerar el acceso global a Cervarix.
Jean Stephenne, jefe de vacunas, señaló que el laboratorio planea trabajar con GAVI, otras agencias y con los gobiernos para identificar mecanismos de financiación.
"Estamos investigando una serie de asociaciones de distribución para asegurar que Cervarix proteja a las mujeres y niñas de todo el mundo", indicó Stephenne.
Las vacunas como Cervarix y su rival de Merck & Co, Gardasil, podrían ser particularmente valiosas en el mundo en desarrollo, dado que el 80 por ciento de las 280.000 muertes por cáncer cervical o de cuello de útero que se producen por año se da en países pobres.
Pero debido a que son más costosas que las vacunas infantiles estándar, asegurar el uso expandido requerirá una concesión de precios por parte de los laboratorios y una financiación inteligente para los donantes.
Tanto Cervarix como Gardasil protegen contra el virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual muy común que provoca el cáncer cervical.