MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha condenado este jueves los "reiterados ataques" contra escuelas en las regiones de mayoría anglófona de Camerún, achacados a milicianos separatistas, y ha apuntado a un "esquema de violencia" contra los centros educativos en estas zonas.
El coordinador humanitario de la ONU para el país, Matthias Naab, ha destacado que "estos actos podrían constituir crímenes contra la Humanidad si son probados ante un tribunal" y ha agregado que "los autores y los que les apoyan, incluidos aquellos en la diáspora, deben ser considerados responsables".
Así, ha pedido a todos los actores armados que "respeten sus obligaciones en virtud del Derecho Humanitario" y ha reiterado que los niños y el resto de la población civil no debe ser objetivo de ataques. "Los profesores no deben ser objeto de violencia o de amenazas de cualquier tipo", ha remachado.
Las palabras de Naab han llegado en un día en el que han sido enterrados los siete alumnos asesinados el 24 de octubre en un ataque contra su escuela en la localidad de Kumba, en la Región Suroeste, una de las dos de mayoría anglófona en el país africano.
Asimismo, el miércoles fue atacado el colegio Kulu Memorial en la ciudad de Limbe, también en la Región Suroeste, mientras que siete niños fueron secuestrados brevemente cuando se dirigían a la escuela en la localidad de Fundong, en la Región Noroeste, la segunda de mayoría anglófona.
Por otra parte, los once profesores secuestrados el martes en otro asalto contra una escuela en la localidad de Kumbo, situada en la Región Noroeste, han sido liberados, según la emisora Radio France Internationale. Los atacantes secuestraron también a un grupo de alumnos, si bien fueron liberados horas más tarde.
El ministro de Comunicación camerunés, René Emmanuel Sadi, ha achacado este mismo jueves los ataques a separatistas armados, tal y como ha recogido el portal de noticias camerunés Mimi Mefo Info, encabezado por la destacada periodista del mismo nombre.
Lo que en 2016 empezaron siendo protestas pacíficas de los habitantes de las regiones Noroeste y Suroeste, otrora colonias británicas pero que decidieron unirse al Camerún francés, por su supuesta marginación por parte del Gobierno central, derivó en una dura represión a raíz de la autoproclamación de la independencia de Ambazonia el 1 de octubre de 2017.
Desde entonces, los grupos armados han proliferado y el apoyo a los separatistas, hasta entonces bastante marginal, se ha visto acrecentado. El Gobierno ha respondido mediante una dura represión, durante la que las organizaciones de Derechos Humanos, han acusado a las fuerzas de seguridad de cometer atrocidades.