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BOGOTÁ, 24 Jul. (Reuters/EP) -
La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió el martes a las FARC respetar las normas humanitarias que rigen los conflictos armados, después de que el Instituto de Ciencias Forenses sugirió que tres de los 15 soldados muertos en una reciente ataque de los rebeldes fueron ejecutados.
Quince efectivos del Ejército murieron el sábado en el departamento de Arauca, el noreste del país, en un ataque de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el más duro golpe del grupo rebelde a las tropas militares desde que se inició la negociación de paz con el Gobierno en noviembre del 2012 en Cuba.
"La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos reitera a los miembros de las FARC y al Secretariado de esta organización que es su obligación en todo tiempo y lugar respetar los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, DIH, al cual están obligados dentro del conflicto armado colombiano", dijo un comunicado del organismo.
"La Oficina tuvo acceso al reporte de medicina legal sobre las causas de la muerte de 15 integrantes del Ejército, en Tame, Arauca, el 21 de julio, provocada por las FARC. El informe da cuenta de que tres de los cuerpos de los soldados registraron lesiones de arma a corta distancia, es decir a menos de 1 metro y 20 centímetros, dos en el cráneo y uno en el tórax", agregó.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, aseguró que el informe del Instituto de Ciencias Forenses, confirmó que tres de los militares fueron ejecutados por los guerrilleros con tiros de gracia.
"Estos son actos de barbarie, que están fuera de cualquier lógica, esto nada tiene que ver con un conflicto", dijo el funcionario quien calificó de "asesinos" a los guerrilleros que participaron en el ataque.
Pinzón sostuvo que el comportamiento de las FARC contrastó con el del Ejército, que capturó a 12 rebeldes que participaron en el ataque, incluidos cinco heridos, a quienes les respeto la vida y les suministró atención médica.
La negociación de paz entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla se cumple en medio de la confrontación, que aunque continúa, se ha reducido en intensidad en comparación con años anteriores.
CASI CINCO DÉCADAS DE CONFLICTO
El diálogo busca poner fin a un conflicto interno de casi cinco décadas que ha dejado más de 100.000 muertos y millones de desplazados.
Santos descartó la posibilidad de firmar un cese bilateral del fuego con el argumento de que la guerrilla podría utilizarlo para dilatar la negociación y sacar ventaja militar.
Pese al reciente incidente que puede generar tensión entre las partes, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos confió en que el proceso de paz que adelanta el Gobierno de Colombia con las FARC llegue pronto a buen término, con el fin de evitar más muertes.