MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha ordenado al representante palestino ante la ONU, Riyad Mansur, que solicite que la reunión del Consejo de Seguridad programada para el 24 de junio y que abordará el plan de anexión israelí de parte de Cisjordania sea a nivel de ministros y no de embajadores.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, ha explicado que Mansur propondrá además a la Asamblea General la creación de una "coalición internacional" para enfrentarse al plan de anexión israelí, informa la agencia de noticias palestina WAFA.
Erekat ha apuntado en declaraciones a la emisora Voz de Palestina que el posicionamiento al respecto de la Organización para la Cooperación Islámica, la UE, Rusia y China demuestran que Palestina puede impulsar una coalición internacional de apoyo a su causa.
Así, ha recordado que ha pedido a la UE que se impongan sanciones a Israel y se reconozca formalmente el Estado palestino si finalmente se materializa la anexión.
Pese a las críticas internacionales, el Ejecutivo israelí, compartido entre Benjamin Netanyahu y Benny Gantz -- antiguo jefe del Estado Mayor del Ejército israelí -- ha prometido seguir adelante con sus planes de anexión de Cisjordania, tal como está estipulado en el acuerdo de paz propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Israel mantiene bajo ocupación militar la Franja de Gaza, Cisjordania, incluida Jerusalén Este, y los Altos del Golán sirios desde la guerra de 1967 y ahora prepara la anexión efectiva de al menos parte de las colonias judías de Cisjordania y del valle del río Jordán, fronterizo con Jordania.
El Gobierno palestino denuncia que casi 850.000 colonos viven en los asentamientos en territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén Este, tres veces más que los existentes en el momento de los acuerdos de paz de Oslo de 1993, como también se han multiplicado el número de asentamientos ilegales en estos 27 años, de 144 a 515. La construcción de asentamientos y la colonización de estos territorios supone un crimen de guerra desde el punto de vista del Derecho Internacional.