MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
El Ejército israelí ha derribado la vivienda familiar de Qassem Shibli, sospechoso del ataque perpetrado el año pasado contra una colonia judía en el que murió una joven de 17 años. Jóvenes de la localidad han lanzado piedras y cócteles molotov a los militares, pero no han logrado impedir la demolición.
El propio Ejército israelí ha explicado que ha respondido con medios antidisturbios a estos ataques de decenas de jóvenes palestinos que además levantaron barricadas con neumáticos incendiados, lo que no ha impedido el derribo. La grabación de la operación ha sido difundida también por el Ejército en redes sociales.
Un palestino ha resultado herido de gravedad tras recibir el impacto de un bote de gas lacrimógeno, según ha informado la Media Luna Roja Palestina y recoge la agencia de noticias DPA.
"El Ejército de Israel seguirá trabajando para hacer segura la zona y contra los terroristas de Judea y Samaria", nombre utilizado por el sionismo para referirse a Cisjordania.
La demolición se ha llevado a cabo tras la desestimación de los recursos presentadas por la familia del sospechoso al Tribunal Supremo de Israel, informa el diario israelí 'Yedioth Aharonoth' en su edición digital.
El mes pasado el Ejército derribó otras dos viviendas de los sospechosos del atentado con bomba colocada en un manantial, en el que murió la joven y otro colono más resultó herido.
Diferentes grupos de Derechos Humanos condenan las demoliciones de viviendas por parte de Israel en represalia por los atentados por considerarlas un castigo colectivo, ilegal desde el punto de vista del Derecho Internacional.
Israel mantiene la ocupación militar de la Franja de Gaza y de Cisjordania, incluida Jerusalén Este, desde la guerra de 1967 y ahora prepara la anexión efectiva de al menos parte de las colonias judías de Cisjordania y del valle del río Jordán, fronterizo con Jordania.