MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Países Bajos ha confirmado este viernes que participará en la misión marítima europea que se está planificando para supervisar las líneas marítimas en la región del golfo Pérsico.
El Ministerio de Defensa ha indicado en un comunicado que el Consejo de Ministros ha aprobado el despliegue de una fraga entre enero y junio de 2020, según un comunicado publicado en su página web.
"Las tensiones han aumentado drásticamente en la región en los últimos tiempos. Los incidentes que alteran las navegación y la incertidumbre adicional tienen consecuencias directas para la economía mundial y los propietarios de barcos neerlandeses", ha recalcado.
En este sentido, la ministra de Defensa de Países Bajos, Ank Bijleveld, ha resaltado que "los incidentes de seguridad en una región marítima tan importante afectan directamente a la seguridad y los intereses económicos del país".
La ministra de Defensa francesa, Florence Parly, anunció durante el fin de semana que una base naval francesa en Abú Dhabi será el principal centro de operaciones de la Iniciativa de Conciencia del Estrecho de Ormuz (EMASOH).
Por su parte, la coalición naval liderada por Estados Unidos en el golfo Pérsico, creada recientemente a raíz de varios ataques contra petroleros en la región, abrió el 7 de noviembre un centro de mando en Bahréin, sede de la Quinta Flota de Estados Unidos.
El comandante de la Quinta Flota y jefe del Mando Central de las Fuerzas Navales de Estados Unidos, Jim Malloy, detalló que la sede queda bajo el paraguas del Constructo de Seguridad Marítima Internacional (IMSC) --nombre de la citada coalición-- y que el comandante de la misma será Alvin Holsey.
Las tensiones entre Irán y Estados Unidos han ido en aumento durante los últimos meses, especialmente a raíz de la decisión de Washington de abandonar en mayo de 2018 el acuerdo nuclear firmado en 2015 y reimponer sanciones contra Teherán.
Asimismo, la situación en la región ha quedado marcada por los recientes ataques contra refinerías en Arabia Saudí, que Riad y Washington han achacado a Teherán pese a la reclamación de autoría por parte de los huthis. Irán ha rechazado cualquier responsabilidad.