Actualizado 18/09/2009 20:05

La OTAN ofrece a Rusia compartir los sistemas de defensa antimisiles

La Alianza busca una nueva etapa con Moscú basada en el realismo y la cooperación en Irán y Afganistán

BRUSELAS, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

El nuevo secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, abrió hoy la puerta a una nueva etapa de relación con Rusia basada en el "realismo" y la cooperación en áreas de mutuo interés como Irán o Afganistán.

Un día después de que Estados Unidos anunciara su renuncia a desplegar en Europa el escudo antimisiles ideado por George W. Bush, Rasmussen planteó a Moscú "explorar" la posibilidad de compartir con Washington y la propia Alianza los sistemas de defensa antimisiles.

"Debemos explorar la posibilidad de unir los sistemas de defensa de Estados Unidos, la OTAN y Rusia en el momento adecuado", dijo en la Fundación Carnegie de Bruselas durante su primer gran discurso público desde que fue nombrado al frente de la Alianza el pasado mes de agosto.

Tras elogiar como un "paso positivo" que la Administración norteamericana pretenda incluir en su plan de defensa a los aliados europeos, destacó que la proliferación de la tecnología de misiles balísticos no sólo concierte a los países de la OTAN sino también a Rusia.

Además, consideró que las fuerzas de la Alianza desplegadas en diferentes teatros de operaciones serán "cada vez más vulnerables a los ataques de misiles de terceros países". De ahí que, si se tiene en cuenta que tanto la OTAN como Rusia tienen "gran experiencia" en la defensa antimisiles, ahora se pueda "trabajar" conjuntamente para "unir esta experiencia en beneficio mutuo".

Otra gran área en la que Rasmussen planteó estrechar la cooperación con Moscú fue Afganistán, recordando que la lucha contra el terrorismo y la ayuda al Gobierno afgano para construir un estado "estable y seguro" interesa tanto a Rusia como a la OTAN. "Creo firmemente que podemos y debemos hacer mucho más para ayudar a Afganistán", aseveró.

Y no olvidó pedir a Rusia que se una a la OTAN para presionar "política y diplomáticamente" a Teherán para que ponga fin a sus aspiraciones nucleares. Rasmussen puso el acento en la cooperación para evitar una proliferación de armas de destrucción masiva y subrayó que si Corea del Norte sigue siendo una potencia nuclear e Irán se convierte en otra, "muchos de sus vecinos pueden verse obligados a seguir su ejemplo".

Mencionó, igualmente, el aspecto de la seguridad marítima, invitando a Rusia a renovar su compromiso con la misión 'Active Endeavour' de lucha contra el terrorismo en el Mediterráneo. "La OTAN quiere que Rusia sea un verdadero socio en la seguridad europea e internacional. Necesitamos a Rusia como socio para resolver los grandes temas de nuestro tiempo", remachó.

Asimismo auguró que Rusia, más pronto que tarde, se dará cuenta de que es mejor para sus propios intereses tener una relación más cooperativa con la OTAN.

NUEVO COMIENZO

Rasmussen habló del "gran potencial" de las relaciones con Rusia y puso el acento en buscar una mayor unidad sin negar por ello que las cuestiones fundamentales en las que la OTAN y Rusia no están de acuerdo no desaparecerán "de la noche a la mañana".

"Creo que es posible que la OTAN y Rusia empiecen de nuevo y tengan una relación más productiva en el futuro", aseguró. Para ello hizo tres propuestas. En primer lugar, intentar reforzar la cooperación práctica en áreas en las que la OTAN y Rusia se enfrentan a los mismos riesgos y las mismas amenazas para su seguridad.

En segundo lugar, para generar confianza, hacer del consejo OTAN-Rusia un foro de diálogo "abierto y objetivo" para abordar todos los asuntos relacionados con la paz y la estabilidad en Europa.

Y en tercer término, planteó que las dos partes puedan revisar de manera conjunta un los retos en materia de seguridad del siglo XXI de forma que sirvan de base para una futura cooperación.

Rasmussen pidió para hacer esto posible una gran dosis de realismo algo que, a su juicio, no ha sido la tónica desde la Guerra fría y la desaparición del pacto de Varsovia.

Insistió en que la cooperación con Rusia "no es una opción" sino una "necesidad" que para tener éxito no debe descansar en falsas expectativas. Defendió, pues, que la OTAN siga teniendo como prioridad número uno la seguridad de sus miembros y negó que la ampliación a los países del este haya creado problemas de seguridad con Rusia.

También dejó claro que la Alianza mantendrá su política de puertas abiertas porque todos los Estados son soberanos para decidir su política de seguridad. No obstante, admitió que la OTAN tiene que ser igual de realista y reconocer que conviene "entender y tener en cuenta" los intereses de Rusia en materia de seguridad.

En definitiva, el objetivo debe ser fraguar una relación que permita cooperar en las áreas de interés común incluso cuando persista el desacuerdo en otras.

BUENA ACOGIDA

Las palabras de Rasmussen fueron acogidas de manera positiva por Rusia que, a través de su embajador ante la OTAN, Dmitri Rogozin, subrayó el talante constructivo y el espíritu innovador del nuevo secretario general de la Alianza. Eso sí, advirtió de que ahora Moscú espera que sus "palabras" vayan acompañadas por los "actos".

"El responsable de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, es construtivo, muestra seguridad en sí mismo y espíritu innovador pero debe estar preparado para una lucha larga y agotadora si quiere plasmar la idea de la asociación estratégica entre Rusia y la Alianza", dijo Rogozin en rueda de prensa.