Actualizado 03/09/2015 13:45

Otto Pérez Molina, el general que prometió "mano dura" a la delincuencia

   CIUDAD DE GUATEMALA, 3 Sep. (Notimérica) -

   El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, un antiguo general retirado, llegó a la Presidencia del país el 14 de enero de 2012, tras prometer que aplicaría "mano dura" contra los delincuentes.

   Sin embargo, tres años después, se ha convertido en el primer mandatario de la historia guatemalteca en perder su inmunidad para ser investigado por corrupción, lo que le ha obligado a presentar su dimisión.

   Aunque durante los últimos meses el Gobierno de Pérez Molina ha estado rodeado por la polémica, por su supuesta relación con la trama de corrupción aduanera conocida como 'La Línea', el militar y político guatemalteco ya había causado el descontento con anterioridad al no cumplir gran parte de sus promesas electorales.

   Pérez Molina, el primer militar electo de manera popular en la nueva era democrática del país (desde 1985), consiguió llegar al Gobierno después de prometer que lucharía contra la violencia y los altos niveles de criminalidad que asolan Guatemala.

   Un general retirado se presentaba como la mejor opción para luchar contra el crimen, sin embargo, durante su mandato, el nivel de homicidios se redujo en tan solo un 2%, de una cifra total de más de 6.000 personas asesinadas por año.

   Una de sus propuestas estrella para la legalización del consumo y tráfico de drogas, que tenía el objetivo de buscar una forma alternativa de luchar contra las mismas, fue recibida con frialdad, tanto en el propio país, como a nivel internacional.

BRILLANTE CARRERA MILITAR.

   Nacido en Ciudad de Guatemala, inició su carrera militar cuando apenas tenía 16 años como cadete en la Escuela Politécnica, en la Escuela de las Américas y en el Colegio Interamericano de Defensa con sede en Washington.

   Más tarde, continuó con sus estudios en Defensa Continental en la Escuela de Negocios de la Universidad de Hravard, en la sede de Costa Rica.

   Sus aspiraciones militares le llevaron a graduarse en Relaciones Internacionales por la Universidad Francisco Marroquín, con el reconocimiento académico 'Cum Laude'.

   Atraído también por el mundo de las letras, combinó su labor como jefe de los servicios de inteligencia del ejército (G2), con su trabajo como analista y columnista para el diario 'Prensa Libre'.

SU PAPEL EN LA LLEGADA DE LA DEMOCRACIA.

   Una vez que fue nombrado oficial, respaldó el golpe de estado del ministro de defensa Óscar Mejía contra el general Efraín Ríos Montt, hecho que facilitó el regreso a la vida democrática en Guatemala, con la promulgación de una Constitución en 1985.

   En 1993, fue declarado por la Cámara de Libre Prensa de Guatemala, como uno de los 10 líderes del año, después de respaldar la resolución de la Corte de Constitucionalidad.

   Finalmente, tras una carrera militar de más de 30 años, se retiró del Ejército en el año 2000, momento en el que decidió impulsar la creación del Partido Patriota, una agrupación de derechas formada por militares y empresarios.

LA POLÉMICA DE SUS POLÍTICAS.

   Después de llegar al Gobierno en enero de 2012, sus políticas en cuestión de seguridad, economía o educación fueron muy criticadas a nivel popular y por la oposición.

   Pérez Molina pensaba que una despenalización del consumo y tráfico de drogas podría disminuir los índices de violencia, cuestión que finalmente no se vio reflejada en las cifras de homicidios.

   Otra de sus mayores promesas en campaña, el aumento del empleo, tampoco sufrió muchos avances durante los últimos años. En relación a la educación, su medida para incluir dos años más a los planes de estudios, también fue rechazada por los estudiantes, generando las protestas en el país.

EL CASO 'LA LÍNEA' QUE HA ACABADO CON SU MANDATO.

   La trama de corrupción aduanera 'La Línea', que ha forzado la dimisión de Pérez Molina, se destapó el pasado 16 de abril, después de que una escuchas realizadas por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y la Policía, revelaran una estructura criminal encargada de cobrar sobornos en las aduanas por la importación de ciertos productos y evitar el pago de impuestos a otros.

   Las escuchas revelaron que la jefa de esta red era la ex vicepresidenta de Guatemala, Roxana Baldetti, quien, tras dimitir, fue detenida y recluida en prisión el pasado 21 de agosto.

   Investigaciones posteriores han probado que la presunta implicación de Baldetti y de Pérez Molina a la trama podría haberse producido con anterioridad a su llegada al Gobierno.