Publicado 13/11/2019 22:50

Pakistán.- El opositor Fazlur Rehman pone fin a la sentada en Islamabad y convoca movilizaciones en todo Pakistán

MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

El destacado opositor paquistaní Fazlur Rehman, líder de la 'Marcha por la Libertad', ha anunciado este miércoles el fin de la sentada en la capital, Islamabad, para reclamar la dimisión del Gobierno y extender las protestas a nivel nacional.

"Nos iremos de aquí esta noche y estaré junto a ustedes para que la 'Marcha por la Libertad' continúe con éxito", ha dicho a los manifestantes, antes de agregar que la sentada "ha asentado las raíces del próximo paso".

Así, ha pedido a todos aquellos que no pudieron sumarse a las movilizaciones en Islamabad que participen en protestas en todo Pakistán, en lo que ha descrito como el 'Plan B' de su partido, Jamiat Ulema-e-Islam Fazl (JUI-F).

Según las informaciones recogidas por el diario paquistaní 'Dawn', los manifestantes han empezado ya a retirar las tiendas de campaña para abandonar la zona.

Rehman ha recalcado que el 'Plan B' contempla el bloqueo de importantes autovías del país para presionar al primer ministro, Imran Jan, a que acepte su exigencia de presentar su dimisión.

Los manifestantes ya habían bloqueado a primera hora del día con una sentada una importante autovía en el oeste de Pakistán, concretamente la que une Quetta con Chaman, provocando largas colas de camiones cargados con mercancías.

Jan se ha negado hasta ahora considerar su dimisión a pesar de la existencia de contactos con el JUI-F, que encabeza la convocatoria de la marcha, a la que se han sumado la mayoría de los partidos opositores.

La 'Marcha de la Libertad' --que fue tildada de "chantaje" por parte del primer ministro-- partió el 27 de octubre desde diversos puntos del país y llegó el 31 de octubre a la capital para mantener desde allí sus movilizaciones.

La ola de protestas es el principal esfuerzo concertado entre los distintos movimientos opositores desde que Jan se impuso en las elecciones generales de 2018.

El Gobierno asegura que las manifestaciones son una amenaza para la democracia, mientras que sus detractores le recriminan falta de legitimidad y dependencia del Ejército.